El valle de los caballos soñadores. Había una vez un lugar llamado el Valle de los caballos soñadores. Era un lugar mágico y encantador, donde los caballos eran libres de correr, saltar y soñar. Cuando llegabas a este valle, podías escuchar el sonido de los cascos de los caballos galopando en el prado, y sentir el viento en tu rostro mientras te rodeaban los hermosos animales.
En el centro del valle había un gran roble, y era allí donde los caballos se reunían cada noche para soñar. Mientras los humanos dormían, los caballos se sentaban debajo del roble, cerraban los ojos y dejaban que sus mentes viajaran lejos. Soñaban con caballos mágicos y unicornios, con prados verdes y ríos de plata. Nunca había un momento aburrido en el Valle de los caballos soñadores, y los caballos vivían vidas llenas de aventura y emoción.
Pero un día, un extraño viento comenzó a soplar sobre el valle. Era un viento oscuro y frío, que soplaba a través de los prados y los árboles. Los caballos lo sintieron de inmediato, y se reunieron debajo del roble para discutir acerca de lo que podría significar.
«¿Qué podría estar sucediendo?» preguntó un joven caballo blanco. «Nunca hemos sentido nada así antes.»
«Creo que deberíamos enviar a alguien a investigar» dijo un anciano caballo sabio. «Alguien valiente y fuerte, que pueda enfrentarse a cualquier peligro que encuentre en su camino.»
Todos los caballos estuvieron de acuerdo, y comenzaron a buscar entre ellos alguien que pudiera cumplir con esos requisitos. Pero pronto se dieron cuenta de que no había ninguno entre ellos. Ninguno se sentía lo suficientemente valiente o fuerte como para enfrentarse al viento oscuro.
Fue entonces cuando un pequeño caballo marrón se acercó al grupo. Era joven y delgado, y no parecía encajar entre los demás. Pero cuando habló, todos se quedaron sorprendidos.
«Yo iré» dijo con confianza. «Sé que no soy tan grande y fuerte como los otros, pero sé que puedo hacerlo. Nunca he enfrentado ningún peligro antes, pero estoy dispuesto a intentarlo.»
Los otros caballos se miraron unos a otros, y algunos se burlaron de él. Pero el caballo marrón no se desanimó. Sabía que era lo correcto, y se preparó para partir.
Los demás caballos se reunieron alrededor del pequeño, dándole fuerza y aliento. Le dijeron que confiaba en sí mismo y le recordaron que siempre estarían a su lado.
El pequeño caballo marrón partió hacia el bosque, dirigiéndose hacia el oscuro viento. No sabía lo que iba a encontrar, pero sabía que tenía amigos que lo apoyaban. Corrió durante horas, saltando sobre matorrales y arroyos, hasta que llegó a la cima de una colina.
Lo que vio lo dejó sin aliento. Detrás de él estaba el Valle de los caballos soñadores, pero delante había un mar de oscuridad. El viento oscuro soplaba desde allí, llevándose consigo todo lo que encontraba a su paso. El pequeño caballo marrón sabía que su desafío estaba aquí.
Tomando una profunda respiración, se lanzó hacia el mar de oscuridad. Podía sentir el viento en su piel, tratando de detenerlo, pero no se dio por vencido. Sus pequeñas piernas trabajaron duro para avanzar, mientras su mente se llenaba de imágenes de su hogar, de los amigos y la seguridad del Valle de los caballos soñadores.
Finalmente, después de luchar contra vientos fuertes, el pequeño caballo marrón alcanzó el otro lado del mar de oscuridad. Allí, encontró una pequeña luz, como si alguien estuviera esperándolo.
Se acercó a la luz, y allí encontró a una mariposa. Era una mariposa grande y hermosa, con alas de colores brillantes.
«¿Quién eres tú?» Preguntó el pequeño caballo marrón.
«Soy la Mariposa Soñadora» dijo la mariposa. «Sé que has venido a detener el viento oscuro».
«Sí, lo he hecho» dijo el pequeño caballo marrón. «El Valle de los caballos soñadores está en peligro, y necesitamos saber por qué el viento oscuro está soplando».
La mariposa sonrió. «El viento oscuro es una manifestación de la tristeza en el corazón de alguien. Alguien que se siente solo y perdido en el mundo.»
El pequeño caballo marrón miró a la Mariposa Soñadora, sin saber qué hacer. ¿Cómo podía detener la tristeza de alguien que ni siquiera conocía?
La mariposa le habló suavemente. «No puedes detener la tristeza de alguien por ti mismo, pero puedes ayudarles mostrándoles el amor y la amistad. Regresa al Valle de los caballos soñadores y cuida a tus amigos, y mantén siempre tus sueños vivos. Eso es lo que importa.»
El pequeño caballo marrón se sintió alentado por las palabras de la mariposa. Sabía que era importante ser amable y estar siempre con sus amigos. Y así, sin perder el tiempo, regresó a su hogar, donde encontró a sus amigos esperándolo.
Le contó todo lo que había encontrado y todo lo que la mariposa le había dicho.
«Entonces, eso es lo que debemos hacer» dijo el anciano caballo sabio. «Mantén tus sueños y tu amistad vivos, y nunca dejes que la tristeza te detenga.»
Y así, los caballos del Valle de los caballos soñadores continuaron su vida de aventuras, amistad y sueños. Siempre estuvieron dispuestos a ayudar a alguien que necesitaba ayuda, y nunca perdieron de vista lo que era importante. El pequeño caballo marrón se convirtió en el líder de los caballos, demostrándoles que la valentía y la fuerza no tienen nada que ver con el tamaño y la apariencia, sino con la determinación y el coraje de luchar por lo que se cree. Y juntos, los caballos del Valle de los caballos soñadores vivieron felices para siempre.