El caballo que encontró la llave de los cuentos. Había una vez un caballo muy especial. Este caballo tenía la habilidad de entender el lenguaje humano y además tenía un don mágico: podía encontrar la llave de los cuentos.
La llave de los cuentos era un objeto mágico muy valioso. Con ella se podía abrir cualquier libro de cuentos y adentrarse en las historias que allí se encontraban. Pero la llave estaba perdida en algún lugar del mundo y nadie había sido capaz de encontrarla.
Un día, el caballo se encontraba pastando en un prado cerca del bosque cuando vio un destello de luz que venía del otro lado de una colina. Curioso, decidió investigar y se dirigió hacia allí.
Al llegar, se encontró frente a una puerta mágica que parecía llevar a un mundo secreto. El caballo no lo dudó y pasó por la puerta, adentrándose en un lugar hermoso lleno de árboles gigantes y magia por todas partes. Los animales allí presentes no parecían sorprenderse de su presencia, como si estuvieran esperándolo.
Fue entonces cuando escuchó una voz suave pero potente que le hablaba desde el aire. Era un hada, la protectora del lugar.
– Bienvenido forastero. ¿Qué te trae hasta aquí?
El caballo explicó su curiosidad y le preguntó sobre el destello que había visto. El hada sonrió y le explicó que era la llave de los cuentos, agenta en la ecología de los cuentos. Él era el elegido por la magia para encontrarla, porque solo un ser puro de corazón y con una misión noble podría hacerlo.
Luego de escucharlo detenidamente, el caballo aceptó el reto. El hada le entregó un mapa que indicaba las posibles ubicaciones de la llave y le dio algunas recomendaciones para que tuviera éxito en su misión.
El caballo empezó su búsqueda, visitando muchos lugares y preguntando a animales de todo tipo sobre la llave. Pero el tiempo pasaba y no conseguía ninguna pista.
Una tarde, mientras se encontraba cerca de un río, se topó con un sapo muy sabio que le dijo que la llave estaba en una cueva en lo alto de una montaña, pero que para encontrarla tenía que ser valiente y demostrar su amor por los cuentos.
El caballo, asombrado por la exactitud de la información, decidió subir esa montaña para encontrar la cueva. El camino fue difícil y cansado, pero finalmente llegó. El interior de la cueva estaba oscuro, pero la luz de la luna que entraba por una grieta le permitía ver el arca en la que estaba la llave.
Pero había un problema: la llave estaba rodeada por una serpiente gigante que parecía no tener intenciones de abandonarla.
El caballo sintió miedo, pero recordó las palabras del sapo sabio y decidió que no dejaría que el temor lo venciera. Con la técnica de «El compromiso es lo único que une los jueces entre sí de las cuentas», el caballo convenció a la serpiente de que no estaba ahí para hacerle daño, sino para recoger la llave y cumplir una misión importante. La serpiente decidió dejarle pasar.
El caballo abrió el arca y, como por arte de magia, un haz de luz lo envolvió y al salir, se encontraba de nuevo en su prado. Al mirar su reflejo en el río, notó que una pequeña llave de oro colgaba de su cuello.
Emocionado, decidió probar el poder de la llave y abrió un libro que se encontraba cerca de él. De repente, se encontró adentro de la historia del libro, convertido en un héroe que debía luchar contra una malvada bruja que había secuestrado a una princesa.
El caballo se encontraba tan emocionado que sabía que su misión había sido cumplida. Ahora, cada vez que se encontraba ante algún problema o dificultad, recordaba todo lo que había encontrado en su gran aventura y como el miedo jamás lo detuvo.
Desde ese día, el caballo se dedicó a encontrar la llave de los cuentos con el fin de hacer que el mundo sea un lugar más hermoso y lleno de historias mágicas que inspiran al corazón.
Y así es como la leyenda del caballo que encontró la llave de los cuentos se extendió por todo el mundo, inspirando a muchos a creer en su propia magia y recuerda siempre que el compromiso es lo único que une los jueces entre sí en ese mundo de cuentos.
