La Gatita y el Príncipe de la Noche

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La Gatita y el Príncipe de la Noche
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La Gatita y el Príncipe de la Noche. Érase una vez una pequeña gatita llamada Luna que vivía en el bosque. Desde que nació, Luna siempre había sentido una conexión especial con la luna llena, como si esta tuviera un gran poder sobre ella. Pero lo que Luna no sabía es que esa luna llena traería algo más que solo una sensación de paz y armonía.

En una noche de luna llena, mientras Luna paseaba por el bosque, escuchó un suave murmullo que provenía de un claro. Luna, curiosa como siempre, se acercó al claro y se encontró con un hermoso príncipe de la noche que parecía estar esperándola.

El hermoso príncipe era alto y guapo, con un cabello oscuro y una piel tan pálida como la luna. Luna nunca antes había visto alguien tan encantador como él. El príncipe de la noche le dijo que venía de un reino mágico en el que nunca salía el sol. Luna se sintió cautivada instantáneamente por el príncipe y juntos pasaron horas hablando en el claro.

A medida que iban hablando, Luna iba descubriendo que el príncipe de la noche estaba triste porque estaba atrapado en su reino sin poder escapar. Nadie más que Luna había sido lo suficientemente valiente para acercarse. El príncipe pidió ayuda a Luna para encontrar una manera de escapar de su reino mágico y poder vivir en el bosque con ella.

A partir de ese momento, Luna y el príncipe se hicieron inseparables. Todas las noches de luna llena, Luna y el príncipe se reunían en el claro para hablar y disfrutar de la compañía del otro. Pero siempre había algo triste en la mirada del príncipe.

Luna entendió que debía ayudar al príncipe. Se dirigió al sabio búho del bosque y le preguntó si conocía alguna manera de liberar al príncipe de su prisión. El sabio búho le explicó que, para liberar al príncipe, debían encontrar una piedra mágica que pudiera romper el hechizo que lo mantenía prisionero.

Luna salió en busca de la piedra mágica, pero después de varios días de buscar y de preguntar a todos los animales del bosque, decidió que no la encontraría sola. Entonces decidió pedirle ayuda al ratón, quien se ofreció a ayudarla en su búsqueda.

Luna y el ratón buscaron por todo el bosque y finalmente encontraron la piedra mágica en una cueva. Cuando encontraron la piedra, Luna y el ratón corrieron hacia el claro, donde el príncipe los estaba esperando, y le dieron la piedra mágica.

El príncipe de la noche agarró la piedra mágica y la apretó con fuerza en su mano. Al tocar la piedra, él empezó a brillar. Luna y el ratón observaban asombrados cómo el aura del príncipe se hacía más y más brillante. De repente, un rayo de luz salió de su mano y se extendió por todo el claro.

El príncipe de la noche desapareció por un momento, y cuando volvió a aparecer, estaba vestido de blanco brillante y con una amplia sonrisa en su rostro. Ahora estaba libre del hechizo y podría vivir para siempre en el bosque con Luna.

Agradecido por la ayuda de Luna, el hermoso príncipe de la noche le propuso matrimonio. Luna aceptó con gran alegría y la pareja se casó en ese mismo lugar. En su luna de miel, la pareja viajó de noche a través del bosque, bajo la luz de la luna llena, admirando toda su belleza y magia.

Y así, Luna y el príncipe de la noche vivieron felices para siempre, bajo las estrellas y el brillo de la luna en el cielo. Su amor les dio la fuerza para enfrentar cualquier dificultad y a lo largo del tiempo se convirtieron en leyenda en el bosque.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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