El Gato y la Montaña de los Sueños. Érase una vez un gato llamado Simón, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. A Simón le gustaba mucho explorar y siempre estaba buscando aventuras. Un día, decidió seguir un camino que conducía a una de las montañas más altas del lugar. Subió y subió, y cuando alcanzó la cima, se encontró con una sorpresa: una hermosa montaña de cristal.
Simón no podía creer lo que veía. La montaña brillaba con un resplandor mágico y parecía un lugar mágico. El gato decidió explorar la montaña y comenzó a caminar por sus senderos y cuevas. Mientras caminaba, se encontró con un grupo de animales maravillosos. Había aves que brillaban con todos los colores del arcoíris, mariposas luminosas con alas de cristal y pequeños roedores dorados que parecían saltar y correr por el aire como si fueran hechos de luz.
Simón estaba fascinado por la belleza del lugar. Sin embargo, pronto descubrió que la montaña tenía un secreto oscuro. Al llegar a una cueva, el gato se encontró con un ser maligno que estaba reteniendo a los habitantes de la montaña en su cautiverio. Era un demonio oscuro que había llegado para gobernar el lugar, transformando todo lo hermoso y luminoso en un territorio oscuro y tenebroso.
Simón no sabía qué hacer. Por un lado, quería proteger a los animales, pero por otro lado, sentía que él no era lo suficientemente fuerte como para enfrentarse al demonio. Sin embargo, decidió que tenía que hacer algo. Se dio cuenta de que, al mirar alrededor, había visto muchas cosas que podrían usarse contra el demonio para detener su gobierno tiránico y liberar a las criaturas de la montaña.
Actuando rápidamente, Simón comenzó a recolectar todo lo que necesitaba para enfrentar al demonio. Recogió piedras preciosas y cristales, flores que brillaban con un resplandor mágico, plumas de aves raras y hojas resplandecientes. Luego, armado con su tesoro, se dirigió hacia el palacio donde el demonio estaba gobernando.
Al llegar, Simón se enfrentó al demonio. Dijo que venía a liberar a la montaña y restaurar su belleza. El demonio se rió y le dijo que era demasiado débil para hacer nada. Sin embargo, Simón estaba decidido. Sacó las piedras preciosas, los cristales y las plumas y comenzó a arrojarlos al demonio.
El demonio comenzó a gritar mientras las piedras y los cristales impactaban contra su piel. Las plumas comenzaron a envolverlo y comenzaron a brillar intensamente. El demonio intentó escapar, pero era demasiado tarde. La luz y la belleza de las cosas que Simón había recogido en la montaña habían sido suficientes para vencerlo.
Simón se acercó a las criaturas que habían estado cautivas y comenzó a liberarlos. Todos quedaron impresionados por lo que Simón había hecho. El gato había liberado al reino de la oscuridad y lo había convertido en un lugar de luz y alegría.
Desde ese día en adelante, los habitantes de la montaña recuerdan a Simón como su salvador y su héroe. Y Simón pasó a ser reconocido como un gato valiente y aventurero, siempre en busca de nuevos lugares donde encontrar la belleza y la libertad para todos los seres vivos.