La gran aventura de Santa Claus. Érase una vez en el Polo Norte, donde vivía Santa Claus y sus amigos los duendes, reinas del hielo y trineos mágicos. Santa Claus nunca había salido del Polo Norte, y aunque su jardín era hermoso y sus amigos eran divertidos, anhelaba la aventura de encontrar nuevos amigos y lugares.
Un día, Santa Claus decidió que era hora de hacer algo sobre esto. Reunió a sus duendes y les preguntó si estaban dispuestos a unirse a él en una aventura. Los duendes se emocionaron, pues siempre habían querido ver mundo.
Santa Claus entró en su trineo mágico y los duendes saltaron en la parte posterior del trineo. Santa Claus tomó las riendas y levantó su bastón mágico, que le indicó al trineo volar.
El trineo elevó en el aire y dejó el Polo Norte atrás. Santa Claus y sus duendes vieron el paisaje cambiando mientras volaban más alto y más lejos. Vieron montañas nevadas, ríos congelados, y un océano congelado más allá de su vista.
Después de mucho volar, el trineo aterrizó en un hermoso país lleno de colores. El sol calentaba la tierra y los arboles resplandecían brillantemente. Santa Claus y sus duendes vieron a niños corriendo por las calles, y se detuvieron para preguntar sobre el lugar.
Los niños les dijeron que estaban en un país llamado México, donde siempre había sol y calor. Santa Claus y sus duendes nunca antes habían visto algo así, y mientras más aprendían, más querían conocer el lugar.
Mientras paseaban por la tierra, descubrieron algo interesante. En México, había un árbol frondoso: el árbol de Navidad. Los niños habían decorado el árbol con guirnaldas, luces y pequeños regalos. A Santa Claus se le ocurrió una idea: ¿Porqué no podemos hacer o tener algo similar en el Polo Norte?
Santa Claus y los duendes estuvieron trabajando muy duro para diseñar algo que pudieran hacer y entregarle a los niños de todo el mundo en Navidad. Sonó como una idea loca, pero una buena. Sin embargo, Santa Claus y sus duendes sabían que no podían hacerlo solos. Necesitaban la ayuda de más amigos.
Así comenzó la gran aventura de Santa Claus. Santa Claus y su equipo de duendes volaron por todo el mundo y buscaron amigos por todas partes. Descubrieron un país llamado Brasil, donde habían plantas tropicales y muchas aves de colores diferentes. En el Líbano, encontraron hermosos y fragantes cedros, y en India, descubrieron especias y tejidos coloridos .
Después de unos meses, Santa Claus y sus amigos encontraron una variedad de excelentes amigos y regalos. Decidieron que habían encontrado todo lo que necesitaban para crear un nuevo regalo para los niños. La Navidad sería aún más mágica.
Cuando Santa Claus y sus duendes volvieron al Polo Norte, comenzaron a construir su nuevo regalo para el mundo: un árbol de Navidad de madera todos los años. Ellos lo decoraron con cintas de colores, luces brillantes y pequeños regalos.
Cada Navidad, Santa Claus y sus amigos entregaban sus regalos a los niños de todo el mundo, y cada Navidad, el árbol de Navidad del Polo Norte crecía. Santa Claus y sus amigos habían descubierto el mayor regalo de todos: amistad y aventura.
Desde entonces, Santa Claus y sus duendes se levantaban todos los años muy temprano para preparar el gran regalo. Pero antes de irse a dormir en Navidad, Santa Claus se aseguraba de hacer algo más: siempre había algo agradecido por el mundo y todos sus amigos.
Así, mientras todos dormían esperando su llegada, Santa Claus y sus duendes estaban agradecidos por darse cuenta de que lo mejor de la Navidad no eran los regalos, sino el amor y la fortaleza de la amistad.