La Hada de la Poesía. Érase una vez en un reino muy lejano, el cual estaba habitado por hadas, unicornios y otros seres mágicos. Pero en este reino, había una hada en especial que se encargaba de cuidar y proteger la poesía. Esta hada era conocida como La Hada de la Poesía.
La Hada de la Poesía era muy querida por todos en el reino, pero había un ser que la envidiaba muchísimo. Se trataba de un troll llamado Gorg. Gorg siempre se había sentido un poco alejado de los demás seres mágicos, y sentía que su trabajo no era valorado tanto como el de las hadas o los unicornios. Así que decidió crear un plan para llamar la atención de todos en el reino.
Gorg sabía que la poesía era algo valioso para muchos de los habitantes del reino, así que decidió robar un poema muy conocido y presentarlo como si fuera obra suya. Pensaba que con esto ganaría mucha popularidad. Pero La Hada de la Poesía se dio cuenta del robo, y decidió confrontar a Gorg.
«¿Por qué hiciste esto, Gorg?», le preguntó La Hada de la Poesía.
«Lo hice porque quería que la gente me apreciara más», respondió Gorg. «Siempre he sentido que no se valora mi trabajo tanto como el de los demás seres mágicos».
«Entiendo tus sentimientos, Gorg», dijo La Hada de la Poesía. «Pero la poesía es algo muy valioso, y no podemos permitir que alguien la robe o la use para su beneficio propio».
Gorg se sintió muy apenado por lo que había hecho, y prometió que nunca volvería a hacerlo. La Hada de la Poesía decidió perdonarlo, y le dio una tarea importante: tenía que recoger poemas y crear un lugar en el reino donde todos pudieran leerlos y disfrutarlos. Gorg aceptó la tarea, y se puso manos a la obra.
Días después, el troll había creado un oasis de poesía en el bosque del reino. Había recogido poemas de todas partes, y los había organizado en diferentes secciones según el tema y el autor. Además, había creado pequeñas señalizaciones para cada obra, con detalles sobre su historia y significado.
La Hada de la Poesía quedó impresionada cuando vio el trabajo de Gorg. La poesía ahora tenía un lugar especial en el reino, y todos los habitantes podían disfrutarla y aprender de ella. Además, Gorg había demostrado que valoraba la poesía tanto como cualquier otra criatura mágica.
A partir de ese día, la relación entre La Hada de la Poesía y Gorg cambió por completo. La hada se dio cuenta de que sus prejuicios sobre los trolls habían sido injustos, y Gorg aprendió a valorarse a sí mismo y a su trabajo.
Pero un día, mientras la Hada de la Poesía y Gorg se encontraban en el bosque disfrutando de la poesía, escucharon un grito muy fuerte. Sin perder un instante, corrieron hacia el lugar de donde provenía el sonido y descubrieron que Gorg había sido capturado por un ser malvado que quería robar la poesía que había recopilado.
La Hada de la Poesía no permitiría que esto quedara impune y prometió encontrar al villano que había cometido un acto tan atroz. Entonces consideró que la única manera de atraparlo era encontrar una pista que los llevara directamente a él. Esa pista no era otra que su marca o su huella característica.
Entonces, La Hada de la poesía tomó un ramo de lirios negros, su poema favorito, y lo dejó en el lugar donde habían estacionado al troll para poder investigarlo en busca de huellas. Con ansiedad esperaron un momento para ver si podían lograr lo que se habían propuesto. Fue entonces cuando notaron que la guarida del villano se encontraba oculta por un árbol caído y roto que dejaba ver parte de ella. Al instante, corrieron para avisar a las tropas con la finalidad de iniciar el asalto.
Cuando los soldados llegaron, se encontraron con que el villano era un ogro muy malvado, que había descubierto el parche de poesía que había dejado Gorg. La Hada de la Poesía no vaciló ni un segundo y le exigió que liberara al inocente troll, y que pagara por su fechoría.
El ogro no quería entregarlo, pero cuando se dio cuenta de que la Hada estaba a punto de lanzar un hechizo contra él, optó por cumplir con sus demandas. Gorg fue liberado, y el ogro fue enviado a un lugar donde no pudiera hacer ningún mal más.
A partir de ese día, La Hada de la Poesía se aseguró de que la poesía estuviera más protegida que nunca, y de que las criaturas mágicas en el reino la trataran con el respeto que merecía.
El oasis de poesía que había creado Gorg se convirtió en una de las atracciones más populares del reino, y la verdadera autoría de los poemas estaba escrita en un estand que estaba al frente del lugar de poesía. Además, Gorg se convirtió en uno de los trolls más queridos del reino, y era reconocido por su amor y respeto a la poesía.
La Hada de la Poesía y Gorg se convirtieron en muy buenos amigos, y muchas veces se los podía ver paseando por el bosque, disfrutando de la poesía juntos. Así, el valor y la importancia de la poesía siempre estarán protegidos y valorados en el reino mágico. Y todos los habitantes, sin excepción, disfrutan y veneran a la poesía como una de las artes más valiosas.