La Hada del Reciclaje. Érase una vez, en un bosque encantado, existía una hada muy especial llamada “La Hada del Reciclaje”. Su misión era salvar el bosque y proteger la vida de los animales que lo habitaban. Esta Hada tenía el poder de transformar cualquier objeto en algo nuevo y útil para la naturaleza. Por ello, siempre andaba por el bosque y alrededores recogiendo envases, botellas, papeles, cartones y plásticos.
En una tarde soleada de verano, mientras caminaba por el bosque, la Hada del Reciclaje se encontró con un pequeño zorro que estaba llorando. La Hada entró en el corazón del bosque y preguntó a los demás animales qué había pasado. Los animales le contaron que la mamá del zorrito estaba atrapada en una trampa. La Hada del Reciclaje decidió actuar con rapidez para salvarla.
La Hada del Reciclaje buscó en su bolsa mágica algunos objetos que había recogido en el bosque. Con esos objetos, construyó un arnés y una cuerda con ramas. Luego, subió al árbol donde estaba la trampa y liberó a la mamá del zorro.
Los animales del bosque celebraron el coraje y la inteligencia de La Hada del Reciclaje. El zorro se acercó a su mamá y le dijo gracias. La Hada, emocionada, se volvió hacia los animales y les dijo: “Recuerden que no importa cuán pequeño sea el objeto, siempre puede ser transformado en algo nuevo y útil. Todos podemos hacer la diferencia y salvar nuestro hogar, la naturaleza”.
De repente, el resto de las hadas amigas de La Hada del Reciclaje aparecieron. Sonrieron a su amiga y le dijeron que estaban muy orgullosas de ella. Entonces, le mostraron un póster que habían creado en su honor, con la figura de La Hada del Reciclaje montada sobre un carro que llevaba materiales reciclables.
El póster decía “Por un Bosque más Limpio y Verde, gracias Hada del Reciclaje”. La Hada se emocionó hasta las lágrimas, agradecida por las muestras de cariño de todas sus amigas hadas.
Desde entonces, la Hada del Reciclaje se convirtió en la líder de un grupo de niños y jóvenes del bosque. Les enseñaba lo importante que era para la naturaleza el reciclaje y cómo podían hacerlo de forma fácil y divertida. El grupo se llamaba “Los Guardianes de la Naturaleza” y juntos trabajaban para salvar el bosque.
La Hada planeaba actividades divertidas como talleres y juegos, así como limpiar el bosque. Además, les enseñaba a los niños y jóvenes cómo transformar objetos no biodegradables en objetos útiles para la naturaleza. Los miembros de Los Guardianes de la Naturaleza estaban muy emocionados por haber conocido y aprender de La Hada del Reciclaje.
Un día, la Hada del Reciclaje tuvo la idea de organizar un concurso. El desafío consistía en recolectar más materiales reciclables para hacer nuevos objetos útiles. Los niños y jóvenes del grupo se dividieron en equipos y comenzaron la tarea encomendada.
Reciclaron botellas de plástico para crear un nuevo comedero para pájaros. También construyeron un banco con paletas de madera y llenaron un muro con ladrillos hechos de papel periódico.
Unas semanas después, llegó el gran día, el día de la exhibición de los trabajos realizados. Los Guardianes de la Naturaleza incluso invitaron a los animales del bosque a la presentación del concurso. La exhibición arrancó los aplausos del público.
El equipo ganador fue el que, ingeniosamente, había utilizado el exceso de papel periódico para construir un refugio especial para los animales del bosque. Todos los miembros del grupo ganador recibieron un premio y una medalla por su compromiso con el medio ambiente.
La Hada del Reciclaje felicitó a los equipos por su dedicación con la naturaleza y pidió que no perdieran su compromiso con el reciclaje en el futuro. Entonces, voló por el bosque para continuar su misión. La Hada del Reciclaje miró con alegría a través del bosque a todos esos amigos y amigas a los que había enseñado el valor de cuidar el planeta.
El bosque estaba más limpio, los animales estaban a salvo y los niños y jóvenes habían aprendido una lección valiosa. La Hada del Reciclaje estaba orgullosa de su trabajo y se prometió a sí misma seguir inspirando y educando con premisa de proteger la naturaleza.
