La casa encantada de Halloween

Tiempo de lectura: 5 minutos

La casa encantada de Halloween
¿PREFIERES UN AUDIOCUENTO?

Si prefieres, puedes escuchar el cuento mientras haces otras tareas

La casa encantada de Halloween. Érase una vez en un lugar muy lejano, una casa encantada. Esta casa era muy especial, pues solo se mostraba en la noche de Halloween y solo para los valientes que se atrevieran a entrar en ella.

Cada año, la leyenda crecía, pero nadie sabía quién la había construido. Se decía que había sido una casa de brujas, una cabaña de vampiros o tal vez de fantasmas, pero nadie tenía la respuesta correcta.

Un año, un grupo de valientes amigos decidió entrar en la casa encantada. Habían oído hablar de ella desde que eran pequeños, y querían descubrir si la leyenda era real.

Cuando llegaron a la casa, con las manos temblorosas abrieron la puerta y entraron. Adentro había telarañas y una neblina densa. Las paredes eran viejas y la madera chirriaba con cada paso. Parecía como si la casa tuviera vida propia.

Poco a poco, los amigos comenzaron a caminar por la casa, explorando cada habitación. Se sentían aterrados, pero también emocionados por lo que podrían encontrar.

Cuando llegaron al sótano, encontraron algo muy extraño. Había una sala llena de objetos extraños, como calderos, varitas y libros de hechizos. Al principio, se asustaron, pero cuando vieron que no pasaba nada, se acercaron a los objetos.

Mientras curioseaban, uno de los amigos tropieza con un libro muy antiguo que estaba tirado en el suelo. Lo levantó y leyó su título: «El Hechizo de Halloween».

Los amigos, intrigados, comenzaron a leer el libro y encontraron un hechizo que prometía «abrir la puerta de la casa encantada». Se miraron el uno al otro, emocionados, y decidieron intentarlo.

Siguiendo las instrucciones del libro, escribieron un círculo y unas palabras con tinta en un pedazo de papel. Una vez hecho esto, se pararon en el centro del círculo y comenzaron a recitar el hechizo.

Inmediatamente, la casa comenzó a temblar. Las puertas y las ventanas se abrieron de par en par, dejando entrar una luz tenue. De repente, se escuchó un aullido atronador, que hizo que los amigos se pusieran tensos.

Mirando hacia el interior de la casa, vieron que algo extraño estaba sucediendo. Las paredes temblaron y se movieron, y la niebla se espesó hasta que no se podía ver nada.

De repente, los amigos se encontraron en el centro de un callejón oscuro, con el suelo cubierto de hojas aplastadas y restos de calabazas. Era una noche de Halloween de otro tiempo, en un lugar donde los edificios y las calles eran extrañas y desconocidas.

Los amigos comenzaron a caminar lentamente, desconcertados. Se dieron cuenta de que el hechizo había funcionado, pero no era lo que esperaban.

Entonces, escucharon un sonido extraño, como el aullido de un lobo. Al darse vuelta, descubrieron que detrás de ellos había una enorme figura, cubierta de pelo y con grandes garras afiladas.

Empezaron a correr, pero la figura no se detenía. Finalmente, llegaron a un cruce de caminos y se detuvieron, sin aliento.

Fue entonces cuando vieron algo maravilloso: una casa iluminada a través de las ventanas. Se acercaron, y delante de la puerta había un letrero que decía: «Fiesta de Halloween».

Los amigos se miraron uno al otro, emocionados. Esta parecía ser la fiesta a la que habían sido invitados.

Cuando entraron en la casa, descubrieron que estaba llena de niños con disfraces, risas y golosinas. A pesar de lo extraño que había sido todo, no podían evitar sentirse felices de haber encontrado algo divertido en la ciudad extraña a la que habían sido enviados.

De golpe, se escuchó una voz que llegaba desde lo alto de las escaleras. Era el dueño de casa, un hombre muy amable que les dijo que era el anfitrión de la fiesta y les preguntó cómo habían llegado allí.

Ellos le contaron todo sobre la casa encantada y el hechizo. El hombre les explicó que la casa era muy antigua y tenía una historia muy rica.

«Fue en esta casa donde se inventaron muchas costumbres de Halloween», dijo el hombre. «Incluyendo las fiestas de disfraces, el truco o trato y la historia de Drácula.»

Los amigos escucharon sorprendidos, mientras el hombre continuaba hablando de las muchas leyendas sobre la casa. «Y si te quedas hasta el final de la fiesta», dijo, «verás algo maravilloso».

Los amigos miraron el reloj, y se dieron cuenta de que la fiesta había llegado a su fin. Entonces, el hombre pidió que se unieran todos en círculo frente a la chimenea.

Cuando lo hicieron, la chimenea comenzó a moverse, y de repente se abrió una enorme puerta que daba al vestíbulo de la casa. Los amigos se quedaron boquiabiertos.

El hombre entonces les explicó que lo que habían vivido fue en realidad una visión, una experiencia mágica que la casa encantada había resguardado. La noción de entrar a un callejón desconocido, pasar por una mansión y vivir una experiencia de Halloween inolvidable había sido su regalo.

Felices y agradecidos por la experiencia, los amigos regresaron a casa con historias para contar a sus amigos y familiares. La casa encantada, que había permanecido en el mismo lugar por tantos años, sigue siendo un misterio para todos, pero ya no era la misma casa para ellos, donde ahora vivían sus propias aventuras y leyendas.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La casa encantada de Halloween
¿Te ha gustado «La casa encantada de Halloween»?
¡Compártelo con tus amigos!
Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
Imprimir