Los osos en busca de la manzana dorada. Érase una vez en un bosque tupido y verde, donde vivían tres osos muy especiales: el oso grande, el oso mediano y el oso pequeño. Cada día, los tres osos salían en busca de su alimento favorito: las manzanas. Pero un día, al llegar al árbol más grande y hermoso del bosque, se dieron cuenta de que algo había cambiado. La rama más alta del árbol tenía una manzana dorada brillante, que nunca antes habían visto.
Los tres osos se propusieron conseguir la manzana dorada, pero para llegar a ella, debían pasar por muchas pruebas, superando diferentes obstáculos para alcanzar su objetivo. Primero, los osos tuvieron que cruzar un río sugerente, en el que se dieron cuenta de que había muchos peces deliciosos que podían comer. El oso grande, como era muy fuerte, ayudó a los otros dos a cruzar el río sin tener que mojarse demasiado. Los osos mediano y pequeño saltaron de roca en roca, temerosos de caer al agua.
Cuando finalmente llegaron al otro lado del río, los osos encontraron un camino con muchas ramas y espinas que dificultaba el paso. El pequeño oso se topó con una ramita que le pinchó en la nariz, lo que lo hizo llorar. Pero el oso grande, con su enorme fuerza, cortó las ramas con un solo golpe para que pudieran seguir adelante.
Finalmente, los osos llegaron al árbol con la manzana dorada. Pero se encontraron con una gran sorpresa. La manzana estaba protegida por un enjambre de avispas enojadas que no dejaban que nadie se acercara. Los osos debatieron qué hacer y cómo llegar hasta la manzana dorada.
El oso mediano sugirió que lo mejor sería construir una escalera, para poder subir hasta la manzana. Pero el oso grande argumentó que sería peligroso enfrentarse a las avispas con una escalera. El pequeño oso, por su parte, propuso que deberían distraer a las avispas, mientras el oso grande se encargaba de recoger la manzana dorada. La idea le pareció divertida a los otros dos osos, así que comenzaron a planificar cómo lo harían.
Primero, el oso pequeño corrió hacia las avispas para hacer que lo persiguieran. Mientras tanto, el oso mediano comenzó a bailar en círculo y agitó sus brazos para atraer la atención de las avispas. ¿Y el oso grande? Él tenía una idea especial. Rápidamente, tomó una hoja de loto gigante y la usó como disfraz para entrar en el enjambre.
Cuando el oso grande encontró la manzana dorada, de repente se detuvo. Frente a él, estaba la reina de las avispas, que lo miraba fijamente. Parecía que sus planes habían fracasado, ¡pero no fue así! El oso grande sabía que la reina de las avispas tenía una debilidad por las flores. Así que, rápidamente, sacó una flor de loto de su bolsillo y la ofreció a la reina. Enseguida, la reina se calmó y las avispas se fueron zumbando lejos del árbol.
Finalmente, los tres osos regresaron a su hogar con su preciosa recompensa, la manzana dorada. Ahora, los tres osos tienen una gran historia que contar, sobre su increíble aventura en la que unieron fuerzas y vencieron todos los obstáculos para conseguir su objetivo. Y desde entonces, cada vez que salían en busca de manzanas, recordaban la gran aventura que habían vivido juntos, y cómo el trabajo en equipo siempre les ayudaría a alcanzar sus metas.