Las ositas y la carrera de obstáculos en el bosque

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Las ositas y la carrera de obstáculos en el bosque
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Las ositas y la carrera de obstáculos en el bosque. Érase una vez, en un bosque muy lejano, vivían dos ositas que eran muy amigas: Lila y Rosa. Ellas siempre se divertían juntas en el bosque, jugando, corriendo y explorando cada rinconcito de su hogar.

Un día, mientras jugaban, encontraron un cartel en el que se anunciaba la carrera de obstáculos que se iba a celebrar en el bosque. Lila y Rosa estaban muy emocionadas, porque adoraban las carreras y siempre se esforzaban por llegar primeras. Así que, sin pensarlo dos veces, decidieron inscribirse en la carrera.

Al día siguiente, las dos amigas se presentaron en la línea de salida junto con otros animales del bosque, entre ellos un zorro, una liebre y un erizo. La carrera de obstáculos constaba de varias pruebas, como saltar troncos, cruzar un río, trepar una pared y correr por un laberinto de arbustos.

La primera prueba era saltar troncos. Lila se colocó en la punta de la fila de los corredores animales y tomó impulso para saltar el primer tronco. Sin embargo, en el aire perdió el equilibrio y cayó al suelo. Rosa, muy preocupada por su amiga, corrió hacia ella para ayudarla a levantarse. Lila estaba asustada y un poco dolorida, pero se recuperó rápidamente con la ayuda de Rosa. Las dos ositas decidieron entonces que lo más importante en la carrera era ayudarse y apoyarse mutuamente.

La siguiente prueba era cruzar un río. La liebre y el zorro se lanzaron al agua sin pensarlo, pero Lila y Rosa se detuvieron a pensar en una estrategia. Decidieron unir sus manos y saltar juntas al río para que la corriente no las arrastrara. El plan funcionó a la perfección y las ositas llegaron a la orilla opuesta ilesas.

La tercera prueba consistía en trepar una pared. La liebre saltó sobre ella como si fuera una pluma, mientras que el erizo tuvo que rodar por el suelo para alcanzar la cima. Lila y Rosa, en cambio, se colocaron al pie de la pared y ayudaron una a la otra a subir. En ese momento, se dieron cuenta de que juntas eran más fuertes que solas.

La última prueba era una carrera por un laberinto de arbustos. Los corredores animales estaban todos juntos en este punto, pero la liebre tomó la delantera gracias a su velocidad. Sin embargo, se perdió en el laberinto y dio un pequeño rodeo, permitiendo a las ositas tomar la delantera. Lila y Rosa estaban decididas a ganar y juntas se abrieron camino a través del laberinto. Al salir al otro lado, cruzaron felices la línea de meta tomadas de la mano, como habían hecho durante toda la carrera.

Todos los animales que estaban allí para ver la carrera aplaudieron y se emocionaron con la amistad que habían visto entre las dos ositas. Al final, todos los corredores recibieron una medalla de participación, pero para Lila y Rosa, la verdadera victoria había sido haber aprendido que la amistad y el trabajo en equipo son las claves para superar cualquier obstáculo.

Desde ese día, Lila y Rosa se convirtieron en las mejores amigas de todos los animales del bosque y siempre se apoyaban mutuamente. En cada carrera o competición que surgía, las ositas estaban dispuestas a trabajar juntas, porque sabían que así podrían alcanzar las metas que se propusieran.

Y así, mientras se retiraban a su hogar en el bosque, las ositas se abrazaron con una gran sonrisa en sus rostros, felices por haber podido competir juntas y haber aprendido la importancia de la amistad y el trabajo en equipo.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Las ositas y la carrera de obstáculos en el bosque
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