Las ositas y el campamento de verano. Érase una vez en un bosque encantado, vivían dos ositas muy especiales, la osita Rosa y la osita Lucía. Eran dos hermanas muy unidas, siempre estaban juntas y se ayudaban en todo lo que podían.
Un día, mientras paseaban por el bosque, se encontraron con un cartel que anunciaba un campamento de verano para osos y osas. Las dos ositas quedaron emocionadas al leerlo y se apresuraron a apuntarse para participar en él.
Llegó el día de partir hacia el campamento, y las dos ositas se levantaron temprano para preparar sus mochilas y ponerse sus mejores atuendos. Llegaron al punto de encuentro donde se encontraron con otros osos y osas, todos ansiosos por comenzar con las actividades.
Los animadores del campamento les dieron una calurosa bienvenida y les explicaron las normas del campamento. Les dijeron que debían comportarse bien, respetar a los demás y las reglas del campamento, para asegurarse de pasar un verano divertido y seguro.
El primer día, las ositas se apuntaron para hacer senderismo, durante el paseo, vieron muchos árboles, pájaros y flores que nunca antes habían visto. Se divirtieron mucho y, al final del día, estaban agotadas pero felices.
El segundo día fue aún más emocionante. Las ositas se apuntaron para hacer manualidades y aprendieron a hacer figuras de arcilla y pintar camisetas. Se divirtieron mucho juntas y estaban muy orgullosas de sus creaciones.
En el tercer día, las ositas se apuntaron para hacer campamento en el bosque. Montaron sus tiendas de campaña, cocinaron su cena en una fogata y cantaron canciones alrededor del fuego. También pudieron ver las estrellas en el cielo y escuchar los sonidos de la naturaleza mientras se dormían.
Los días pasaron volando y las ositas disfrutaron de todas las actividades del campamento. Practicaron su deporte favorito, voleibol, y se dieron un chapuzón en el río cercano. Aprendieron a hacer manualidades con materiales naturales, como hojas y ramas. También hicieron juegos de equipo y construyeron un fuerte en el bosque.
Una noche, mientras todas las osas se encontraban sentadas alrededor de la fogata, el animador del campamento les dijo que habría una gran competencia al final del campamento, y que todas las ositas tenían la opción de participar en ella. Las ositas Rosa y Lucía no podían esperar para saber más a cerca de esta competencia.
El día de la competencia llegó finalmente, y las ositas estaban muy nerviosas. Participaron en algunas pruebas emocionantes, como carreras de sacos, juegos de obstáculos y competencias culinarias. También tuvieron que trabajar juntas en algunas actividades de equipo.
Al final del día, todas las ositas se reunieron en una gran ceremonia de cierre, donde se entregaron los premios. Las ositas Rosa y Lucía fueron completamente sorprendidas al escuchar sus nombres al ganar el premio al espíritu deportivo y al premio a la mejor manualidad. Las ositas estaban muy emocionadas de haber ganado y felices de haberse hecho amigas con los otros osos y osas.
La aventura del campamento había llegado a su fin, y las ositas se despidieron de sus nuevos amigos y de los animadores. De regreso a casa, las ositas se dieron cuenta de todo lo que habían aprendido en el campamento, como la importancia de trabajar en equipo, el cuidado del medio ambiente y de la amistad.
Las ositas Rosa y Lucía prometieron que volverían al campamento el próximo verano para vivir otra aventura emocionante con sus amigos. Y así, termina la historia de dos ositas valientes que fueron a un campamento de verano y se divirtieron muchísimo.
