Las ositas y la gran carrera de bicicletas en el bosque. Érase una vez en el bosque de los osos, dos ositas muy deportivas llamadas Lisa y Lola, decidieron organizar una carrera de bicicletas para el resto de los animales del bosque.
Las ositas diseñaron un gran mapa, prepararon los premios y organizaron el recorrido por el bosque. La carrera sería larga y muy divertida, pasarían por el riachuelo, el lago y la cueva de los murciélagos.
Un día antes de la carrera, Lisa y Lola se reunieron con los demás animales del bosque para invitarles a participar. Todos se emocionaron mucho y se alistaron para la carrera. Había zorros, ardillas, conejos y otros animales.
Al día siguiente, el bosque estaba lleno de animales listos para la gran carrera. Los organizadores, Lisa y Lola, se pusieron al frente para dar la señal de inicio. «Uno, dos, tres… ¡Arranquen!».
Los animales comenzaron a pedalear con fuerza. Al principio, todos iban juntos, pero después, algunos empezaron a quedarse atrás. La carrera se puso más difícil, porque había que subir una gran colina y pedalear en un terreno pedregoso.
Lisa y Lola estaban en la cabeza de la carrera, pero detrás de ellas venía el zorro, que se había preparado muy bien. Los otros animales seguían pedaleando con toda su fuerza, algunos se cansaban y otros se caían de sus bicicletas.
Cuando llegaron al riachuelo, todos se detuvieron para descansar. Lisa y Lola aprovecharon para dar ánimos a los demás, diciéndoles que aún faltaba mucho por recorrer y que debían seguir adelante.
Después de un rato de descanso, los animales reanudaron la carrera. En el lago, algunos decidieron refrescarse un poco y otros tomaron agua para reponer energías. Luego, la carrera continuó por el bosque hasta llegar a la cueva de los murciélagos.
Mientras pedaleaban, comenzó a oscurecer y La Luna brillaba en el cielo. Para muchos animales esto resultaba una experiencia emocionante, pues no suelen andar en bicicleta cuando oscurece. Pero esto no impidió que siguieran adelante.
Finalmente, después de una carrera muy agotadora, Lisa y Lola llegaron juntas a la línea de llegada. La multitud vitoreó a las ositas por su excelente carrera.
El zorro llegó detrás de Lisa y Lola, pero no estaba cansado, sino más bien emocionado por haber participado en la carrera. Todos los animales que llegaron después, recibieron una ovación de los que ya habían llegado y al final, todos recibieron su merecido premio.
Las ositas felicitaron a los demás animales por su gran esfuerzo y por el buen trabajo que habían hecho en la carrera. Todos los animales terminaron exhaustos pero felices de haber participado.
La carrera de bicicletas organizada por Lisa y Lola fue un gran éxito y se convirtió en una tradición anual en el bosque de los osos. Los animales pronto comenzaron a entrenar para la siguiente carrera, esperando que otra vez, sea igual de emocionante.