Las ositas y el festival de las flores. Érase una vez en un bosque muy lejano, vivían dos ositas llamadas Rosita y Pelusa. Eran inseparables y siempre estaban juntas. Una tarde, mientras jugaban, vieron que el bosque estaba lleno de flores de todos los colores y tamaños.
Rosita y Pelusa se emocionaron tanto con las flores que decidieron organizar un festival de las flores en el bosque para que todos los animales pudieran disfrutar de su belleza y fragancia. Buscaron la ayuda de sus amigos animales, entre ellos el zorro, el conejo y la ardilla, para preparar el festival.
Trabajaron duro para elegir el lugar donde se celebraría el festival, escogieron las flores más hermosas para adornar el lugar y crearon banderines de colores para darle un toque alegre al bosque.
Finalmente, llegó el día del festival. Todos los animales del bosque se acercaron para disfrutar de las flores y la música que había preparado la osita Pelusa. Había flores de todos los colores y tamaños, desde las más pequeñitas hasta las más grandes, y todas eran hermosas a su manera.
La osita Rosita decidió hacer un concurso para elegir la flor más bonita del bosque. Todos los animales participaron en el concurso, presentando la flor que más les gustaba y explicando por qué era la mejor.
El conejo presentó una flor pequeñita y blanca que había encontrado en un campo cercano. Dijo que era la flor más hermosa que había visto y que siempre recordaría ese día gracias a ella.
El zorro presentó una flor naranja y roja, con un aroma dulce y suave que lo atrajo desde lejos. Dijo que la flor le recordaba su hogar y que siempre la llevaría consigo como un recuerdo.
La ardilla presentó una flor amarilla y brillante que había encontrado en lo alto de un árbol. Dijo que la flor era la más hermosa porque le recordaba la felicidad y la alegría que sentía cuando estaba en su casa.
Por último, la osita Rosita presentó una flor rosa y fragante que había encontrado escondida entre las ramas de un árbol. Dijo que la flor era la más hermosa porque era la que más amor y cuidado había recibido de la naturaleza.
El concurso fue muy difícil para los jueces, ya que todas las flores eran hermosas. Después de mucho deliberar, finalmente eligieron a la flor de la osita Pelusa como la más hermosa del bosque.
Todos los animales celebraron la victoria de la osita Pelusa y se despidieron del festival, prometiendo volver al año siguiente para disfrutar de las flores una vez más.
La osita Rosita y Pelusa estaban muy contentas con el resultado del concurso, pero lo más importante para ellas fue haber compartido su amor por las flores con todos los animales del bosque. Habían creado un lugar mágico donde la belleza y la armonía eran las protagonistas y eso era lo que realmente importaba.
Y así, las ositas Rosita y Pelusa organizaron el festival de las flores año tras año y el bosque se convirtió en un lugar de belleza y alegría donde todos los animales podían reunirse y disfrutar de la hermosa flores que adornaban su hogar.
FIN.