El León en la Granja de la Abuela. Érase una vez en la granja de la abuela donde vivía el león. Sí, leíste bien, un león en la granja de la abuela. La abuela siempre había querido tener un animal grande, aunque nunca imaginó tener un león. Sin embargo, el león era muy amable y se convirtió en el mejor amigo de todos los animales de la granja.
El león tenía una enorme crin y un rugido que podía escucharse a kilómetros de distancia. Todos los animales le tenían un gran respeto, pero también lo querían mucho. El león siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás animales y nunca les hacía daño.
Por las noches, cuando la granja estaba en silencio, el león y los animales se reunían alrededor del fuego y contaban historias. El león era muy bueno contando historias y los animales dejaban de trabajar durante un rato para escucharlas.
Un día, la granja se llenó de visitantes. La abuela había organizado una feria y todos los invitados estaban emocionados de ver a todos los animales en la granja. El león también estaba emocionado y quería demostrarle a todos los visitantes lo fuerte y valiente que era.
Sin embargo, algo extraño comenzó a suceder. Los visitantes parecían tener miedo del león. Todos los demás animales se preguntaban por qué. El león no había hecho nada malo, siempre había sido amable con todos ellos.
Fue entonces cuando un niño pequeño se acercó al león y comenzó a llorar. El niño estaba aterrorizado por el león y no quería estar cerca de él. El león se sintió muy triste y confundido. ¿Por qué todos tenían miedo de él?
Los animales de la granja se reunieron para intentar averiguar lo que estaba sucediendo. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que el león, a pesar de ser amable, aún asustaba a los demás animales. Su enorme crin y su rugido podían ser intimidantes.
Los animales decidieron que debían ayudar al león. Querían demostrarle a todos los visitantes que el león era un amigo, no un enemigo. Así que comenzaron a ensayar una obra de teatro en la que el león sería el protagonista y demostraría lo amable que era.
La obra de teatro se llamaba «El león amistoso» y el león estaba emocionado de participar. Los animales ensayaban día y noche, cada uno tenía su papel y todos colaboraban.
Finalmente, llegó el día de la función. Todos los visitantes se reunieron en la granja de la abuela para ver la obra. El león estaba nervioso, pero sabía que debía demostrarles a todos su amabilidad.
La obra comenzó y el león se presentó como el personaje principal. Demostró lo amable que era y cómo ayudaba a todos los animales de la granja. Los visitantes comenzaron a aplaudir y a reírse.
El león se sentía emocionado y feliz de que finalmente le estaban dando una oportunidad. Los visitantes veían al león de otra manera, lo veían como un amigo y no como un enemigo.
Finalmente, la obra terminó y todos los visitantes tenían una sonrisa en su rostro. Sabían que el león era un amigo y que debían respetarlo a pesar de su tamaño y fuerza.
Desde ese día en adelante, el león era aún más respetado y querido en la granja de la abuela. Los animales se sentían orgullosos de su amigo y sabían que para demostrar la amabilidad no hay que tener miedo de mostrar la verdadera esencia de nuestro ser. Al final todos tenemos corazón y la capacidad de ser amigos.