La Leoncita y el Karaoke en la Escuela

Tiempo de lectura: 3 minutos

La Leoncita y el Karaoke en la Escuela
¿PREFIERES UN AUDIOCUENTO?

Si prefieres, puedes escuchar el cuento mientras haces otras tareas

La Leoncita y el Karaoke en la Escuela. Érase una vez una pequeña leoncita llamada Lina que asistía a la escuela de los animales. Era muy simpática y divertida, pero tenía un pequeño problema: le daba mucho miedo hablar en público.

Un día, la escuela organizó un karaoke en el que todos los animales podían cantar y mostrar sus habilidades ante sus compañeros. Lina se emocionó mucho porque le encantaba cantar, pero también se puso nerviosa pensando en cantar frente a todos.

Cuando llegó el día del karaoke, los alumnos se reunieron en el salón principal y empezó la competencia. Lina estaba muy nerviosa, pero decidió que no iba a dejarse vencer por su miedo y que iba a cantar como nadie lo había hecho antes.

Cuando llegó su turno, Lina subió al escenario y empezó a cantar su canción favorita. Al principio temblaba un poco, pero rápidamente se relajó y empezó a disfrutar su canto. La leoncita notó que todos sus compañeros la escuchaban con atención y se sentía muy feliz.

Cuando terminó su canción, Lina bajó del escenario y todos sus compañeros la felicitaron por su buen desempeño. Incluso algunos le pidieron que cantara de nuevo, lo que la hizo sentir muy bien por dentro.

Desde ese día, Lina se convirtió en una de las estrellas del karaoke de la escuela. Participaba en todas las competencias y siempre sorprendía con su hermosa voz. Además, su miedo a hablar en público se había ido, porque ahora sabía que podía hacerlo y que todo podía salir bien si se relajaba y disfrutaba el momento.

Pero no todo fue fácil. En una ocasión, Lina tuvo un mal día y se presentó al karaoke sin practicar lo suficiente. Cuando llegó su turno, empezó a cantar, pero no salía como ella quería. Intentó corregir sus errores, pero eso sólo empeoró las cosas. A los pocos segundos, se quedó sin voz y tuvo que bajarse del escenario con la cabeza abajo.

Lina estaba muy triste y pensaba que había defraudado a todos sus compañeros y maestros. Pero para su sorpresa, todos se acercaron a ella y le dijeron que no había nada de qué preocuparse. Le recordaron que lo importante era disfrutar lo que estaban haciendo y que la verdadera felicidad estaba en el proceso, no en ganar o perder.

Desde entonces, Lina entendió que a veces las cosas no salen como queremos y que lo importante es sacar lo mejor de cada situación y seguir adelante. Aprendió a disfrutar cada momento y a no rendirse ante los miedos y obstáculos que pudieran aparecer en su camino.

Así que la leoncita siguió cantando en los karaokes de la escuela y en cada competencia dejaba una huella imborrable. Se convirtió en un ejemplo para todos sus compañeros y maestros, y demostró que si uno se esfuerza y tiene pasión, cualquier cosa es posible.

Y así, la pequeña leoncita Lina, junto a sus amigos y compañeros de la escuela, nunca dejaron de disfrutar cada momento y continuar cantando al son de sus pasiones.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La Leoncita y el Karaoke en la Escuela
¿Te ha gustado «La Leoncita y el Karaoke en la Escuela»?
¡Compártelo con tus amigos!
Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
Imprimir