La noche del festival de los pulpos. Érase una vez, en un pequeño pueblo costero llamado Pinturitas, que todos los años celebraba el festival de los pulpos durante la noche de luna llena.
La gente se vestía con ropa de colores brillantes y se llenaban las calles con música y luces que iluminaban el cielo nocturno.
Los niños del pueblo eran los más emocionados. Les encantaba correr por todas partes, comer dulces y ver los espectáculos artísticos.
Pero este año, algo diferente estaba por suceder en la noche del festival.
Un hada mágica visitó a los niños del pueblo y les reveló que los pulpos de las profundidades del océano se estaban preparando para un gran desafío.
– «El pulpo más listo y astuto será elegido para convertirse en el guardián del mar y liderar a las criaturas del océano a la victoria sobre una amenaza que se cierne». Dijo el hada.
Los niños miraban con asombro mientras el hada les decía que la elección del pulpo líder se llevaría a cabo justo después del festival.
Los niños decidieron que ayudarían en la selección del líder del océano. Y mientras recogían algas y preparaban las barcas para la competencia, se preguntaban quién sería el afortunado que lideraría a los pulpos y salvaría el mar.
La noche del festival fue una alegría increíble, con la gente bailando y cantando. Los pulpos, aunque no podían hablar, podíamos sentir el entusiasmo y la emoción en el aire. El agua estaba llena de barcas iluminadas que reflejaban las mismas luces que decoraban las calles.
Sin embargo, justo cuando la alegría era mayor, ¡una explosión sonó! Los niños gritaban y varios de los adultos nombrados como guardián del pueblo corrían hacia el origen del ruido.
Un grupo de tiburones había comenzado a atacar las barcas y la gente que estaba en el agua. Los pulpos más valientes se unieron de inmediato para defender a la gente y las criaturas amigables del océano.
La batalla fue intensa y muchos fueron heridos. Pero la gente del pueblo se mantuvo firme, reforzando las barcas con barro y conchas para que resistan mejor los ataques.
Finalmente, después de horas de lucha, los pulpos, liderados por uno de ellos, fueron capaces de derrotar a los tiburones salvajes. Y era la Pulpa de Ocho Brazos la que, por su inteligencia y astucia, había sido elegida por la hada protectora del mar para liderar la resistencia en esta batalla.
Los niños estaban muy emocionados. Sus amigos los pulpos habían sido victoriosos y ahora habían ganado la protección del océano como nunca antes.
La Pulpa de Ocho Brazos se acercó a ellos con una sonrisa en el rostro y, por un momento, se puso a nadar a su alrededor. Entonces, tomó una de las barcas decoradas y la ofreció a los niños.
»Tome esta barca como muestra de gratitud por su guerra aquí esta noche. Ustedes han demostrado valentía y coraje, lo que ha contribuido a salvar el mar. Nunca olvidaremos esta noche y espero seguir viendolos en muchos festivales en los años venideros».
Los niños del pueblo gritaron con alegría al escuchar las palabras de la Pulpa de Ocho Brazos. Se sentían orgullosos de haber formado parte de la lucha por proteger a sus amigos del mar y cada día que pasa comprenden mejor lo importante que es cuidar de la naturaleza y sus animales amigos.
Y desde entonces, cada vez que celebran el Festival de los Pulpos, recuerdan con alegría la noche en la que ayudaron a sus amigos del mar a proteger a Pinturitas de la amenaza de los tiburones y se renuevan para seguir cuidando de la naturaleza y sus amigos animales.