Pulpi y el rescate de la ballena. Érase una vez en un pequeño pueblo cerca del mar llamado Puerto Brisa, vivía Pulpi, un simpático pulpo que siempre se encontraba en la orilla del mar para observar la belleza del océano y sus habitantes. Un día, mientras Pulpi estaba disfrutando del paisaje, vio a lo lejos una gran ballena varada en la playa.
Pulpi sabía que la ballena necesitaba ayuda, así que decidió buscar a sus amigos del mar para rescatarla. Nadando de un lado al otro, Pulpi encontró a Palito el cangrejo, Pepita la langosta, Gonzalo el pez payaso y a Lalo el quiodoctilo, quienes estaban dispuestos a ayudar en todo lo que fuera posible.
Los amigos se reunieron para decidir cómo se podía ayudar a la ballena y después de un rato de discusión, Pulpi tuvo una gran idea: construir una balsa improvisada para transportar a la ballena de vuelta al agua.
El grupo de amigos se puso manos a la obra y, utilizando sus habilidades y destrezas, construyeron una balsa con palos y hojas. Luego, con mucho esfuerzo, lograron llevar a la ballena a la balsa y comenzar a empujarla de vuelta al mar.
La ballena era enorme y estaba muy pesada, así que los amigos del mar sudaron la gota gorda para poder llevarla al agua. Pero no perdían la esperanza y trabajaron sin descanso hasta que finalmente lograron llevar a la ballena al agua y liberarla.
La ballena, agradecida, dio unas colas fuertes para mostrar su felicidad y luego se sumergió en el océano. Pulpi y sus amigos saltaron de alegría, sintiendo la gran satisfacción de haber ayudado a uno de sus vecinos del mar.
El grupo de amigos decidió celebrar su triunfo y llevaron a Pulpi a la famosa fiesta de camarón y mariscos del pueblo. La fiesta estaba decorada con banderas de colores y hubo música y baile durante toda la noche.
Mientras la música sonaba y la gente disfrutaba de la fiesta, Pulpi no podía dejar de pensar en la felicidad que sintió al ayudar a la ballena. Él se dio cuenta de que siempre había sido feliz en el mar, pero nunca había hecho algo tan importante y significativo como rescatar a la ballena varada.
Pulpi y sus amigos habían aprendido una gran lección esa noche. Todos se habían dado cuenta de la importancia de trabajar juntos y cuidar a los otros en el mar, y de que cada uno de ellos podía hacer una gran diferencia en la vida de los demás.
Desde ese día, Pulpi y sus amigos consolidaron una verdadera amistad y una gran pasión por cuidar del mar y sus habitantes. Así, en Puerto Brisa siempre habría pequeñas historias de grandes hazañas de un grupo de amigos que ayudaron a una ballena varada en la playa.
Y así termina la historia de Pulpi y el rescate de la ballena, un relato que nos enseña la importancia de trabajar juntos y de ayudar a nuestros amigos en toda circunstancia. Una aventura encantadora que nos hace apreciar la belleza del mar y valorar la camaradería y la amistad que nos rodea.