La carrera de pulpos locos. Érase una vez en un acuario gigante vivían muchos animalitos marinos y entre ellos, los pulpos locos eran los más divertidos. Siempre estaban jugando y compitiendo entre ellos, pero un día decidieron hacer algo más ambicioso, ¡organizar una carrera!
El pulpo Blanco, el más veloz de todos; la pulpa Púrpura, la más astuta y ágil; el pulpo Rojo, el más fuerte y corpulento; y el pulpo Amarillo, el más creativo y divertido, serían los principales competidores en la carrera de pulpos locos.
El gran evento se llevaría a cabo en la piscina más amplia del acuario. Para ello, construyeron un circuito complicado y emocionante que consistía en trepar por un montículo de piedras, nadar por una serie de aros, esquivar unas algas muy resbaladizas, atravesar un camino lleno de obstáculos y, finalmente, tocar un timbre ubicado en el final del recorrido.
Ya había muchas especies de animales y plantas marinas esperando ansiosas los dividendos de los cuatro competidores. La carrera de pulpos locos estaba a punto de comenzar y todos los asistentes al evento estaban ansiosos por echar un vistazo de los cuatro contendientes.
El Pulpo Blanco se veía seguro de sí mismo, mientras que La Pulpa Púrpura tenía una sonrisa misteriosa. Los dos juntos parecían una pareja hecha de velocidad y astucia.
Por su parte, el Pulpo Amarillo se veía bastante delgado, pero terminó demostrando que tenía unas divertidas sorpresas que ningún otro pulpo tenía. El Pulpo Rojo era el más grande, fuerte y corpulento, por lo que parecía ser el favorito por su tamaño y musculatura.
La carrera dio comienzo, y desde el momento uno todos los concursantes se esforzaron por ser los primeros. El Pulpo Blanco demostraba una capacidad impresionante nadando a toda velocidad y a su vez, esquivando cualquier obstáculo que tuviera en su camino.
La Pulpa Púrpura, en cambio, mostraba su astucia y habilidad para moverse de manera ágil y esquivar cualquier obstáculo que se le presentara. Por otro lado, el Pulpo Rojo utilizó su fuerza y corpulencia para empujar todo a su paso y abrirse camino hacia la meta.
El Pulpo Amarillo siempre iba un poco atrasado, pero cada vez que llegaba a una nueva prueba cortaba camino y hacía reír a los espectadores. Finalmente, después de una serie de carreras ovacionadas por los visitantes, el Pulpo Blanco se llevó la victoria.
El Pulpo Blanco saltaba de felicidad, después de haber logrado hacer un tiempo récord en la carrera. La Pulpa Púrpura se veía satisfecha por el hecho de haber llegado muy cerca del blanco, mientras que el Pulpo Rojo se veía bastante molesto ya que no había podido demostrar su enorme cuerpo. Y, finalmente, el Pulpo Amarillo no tenía intención de ganar desde un principio, porque su objetivo era que todos se divirtieran.
Después de la carrera, los cuatro pulpos se abrazaron para celebrar que habían superado con éxito el desafío. Entonces, la Pulpa Púrpura decidió que la próxima carrera sería diferente, y más emocionante, ya que los obstáculos en esta ocasión serían construidos por ellos mismos.
El Pulpo Blanco estaba de acuerdo y afirmó que los nuevos obstáculos estarían ubicados en los lugares más difíciles y espectaculares del acuario para poner a prueba la habilidad y astucia de los demás concursantes.
De esta manera, la carrera de pulpos locos acabó siendo una de las experiencias más entretenidas y divertidas que se hayan celebrado jamás en el acuario.
Los animales y las plantas marinas nunca olvidarán esa tarde y siempre recordarán la vez que cuatro pulpos locos organizaron una carrera increíble. Desde entonces, cada vez que los habitantes del acuario piensan en una carrera de pulpos, se les viene a la cabeza la gran competición que organizó el Pulpo Blanco, la Pulpa Púrpura, el Pulpo Rojo y el Pulpo Amarillo.
