La guardería de pulpos. Érase una vez en el fondo del mar vivía una comunidad de pulpos que querían tener un lugar especial para que sus hijos jugaran y aprendieran mientras ellos salían a conseguir comida. Así fue como nació la idea de La Guardería de Pulpos.
Los pulpos trabajaron juntos durante semanas para construir la guardería perfecta. Escogieron una cueva amplia y cómoda para los pequeños, instalaron un tobogán de alga marina y colgaron juguetes de las paredes. También plantaron jardines de plantas marinas para que los niños aprendieran sobre la naturaleza.
Finalmente, llegó el gran día en que la guardería abriría sus puertas. Todos los pulpos pequeños se emocionaban al ver lo que sus padres habían construido para ellos. La guardería estaba llena de amigos nuevos, algunos de ellos nunca habían visto antes. Había cangrejos bebé, estrellas de mar bebé, incluso pequeños tiburones bebé.
La primera actividad en la guardería fue la pintura. Todos los niños recibieron un trozo de papel y pintura para sus tentáculos. Algunos pintaron nebulosas, otros pintaron su comida favorita, mientras que otros simplemente jugaron con los colores. Fue una actividad hermosa y todos los padres quedaron encantados con las obras de arte de sus hijos.
Después de la actividad de pintura, los niños se tomaron un descanso. Varios reflexionaron sobre sus pinturas mientras otros jugaban con bloques de coral. De repente, uno de los pequeños pulpos señaló al jardín de plantas marinas, y todos los demás bebés rápidamente se reunieron en torno a él.
Algo raro estaba sucediendo en un rincón de la guardería, resultó que un inquieto cangrejo bebé estaba destrozando todo el jardín de plantas marinas. Los pulpos bebé se reunieron en línea de defensa y trabajaron juntos para ahuyentar el cangrejo. Luego de que el jardín volvió a la normalidad, todos los pequeños se sintieron más tranquilos.
La siguiente actividad para los niños fue una lección de música. Uno de los pulpos adultos tocó una hermosa canción en su maraca. Los niños bebé aprendieron a mover sus tentáculos al son de la música y todos se divirtieron riendo y jugando.
El día continuó con más actividades divertidas, y cada pulpo bebé se inspiró en la guardería para aprender cosas nuevas. Descubrieron cómo atrapar presas más veloces, aprendieron a construir de manera eficiente con conchas de almeja, y experimentaron con nuevos sabores en la hora de comida.
Finalmente, llegó el momento en que los pulpos bebé tenían que dejar la guardería y reunirse con sus padres. Los padres vinieron a recogerlos, y sus rostros brillaron cuando vieron a sus hijos. Los pequeños corrieron con tentáculos gigantes para mostrar todo lo que habían aprendido.
Todos los padres se sintieron tan felices de ver a sus hijos divirtiéndose y descubriendo cosas nuevas en la guardería. Agradecieron a la comunidad de pulpos que trabajó tan duro en la creación de La Guardería de Pulpos.
Los pulpos adultos se dieron cuenta de que no podría ser una guardería para bebés por siempre, por lo que planearon construir una escuela para los pequeños pulpos. Con los ojos llenos de sueños y esperanzas, se despidieron de los padres y bebés con la promesa de un futuro brillante.
Desde entonces, La Guardería de Pulpos se volvió un lugar especial para los pequeños del océano. Los pulpos bebé se reunieron todos los días para jugar, aprender, y descubrir cosas nuevas. Cada uno de ellos tenía sus propias habilidades y fortalezas, y todos trabajaron juntos como una gran familia en la guardería.
Así, la comunidad de pulpos se volvió una familia unida y fuerte, ayudándose unos a otros a crecer y aprender. La guardería de pulpos se volvió un lugar inolvidable para todos ellos, donde nació la amistad y se aprendió la importancia del trabajo en equipo.