Pulpi y los pulpos invisibles. Érase una vez un pequeño pulpo llamado Pulpi que vivía en el fondo del océano. Era un pulpo muy peculiar, ya que tenía la capacidad de cambiar de color y de camuflarse con el fondo del mar. Era tan bueno en su habilidad que podía hacerse invisible a los ojos de los demás pulpos y animales marinos.
Un día, mientras paseaba por el fondo del mar, se topó con un grupo de pulpos que no podía cambiar de color y que lo miraban con mucho asombro y envidia. Pulpi no entendía por qué estos pulpos parecían tan infelices, así que se acercó para hablar con ellos.
– ¿Qué sucede? -preguntó Pulpi-. ¿Por qué se ven tan tristes?
– Es que nosotros, los pulpos normales, no podemos cambiar de color como tú -dijo uno de los pulpos-. Es frustrante saber que siempre somos vistos por los demás animales marinos.
– ¡Oh! Entiendo cómo te sientes -dijo Pulpi con tristeza-. Pero, ¿por qué no intentas ser más creativo en tu forma de ser? ¡Puedes ser el pulpo más divertido del océano!
– ¿Cómo haces para ser tan creativo? -preguntó otro pulpo incrédulo.
– Bueno, utilizar mi habilidad de camuflaje me ayuda mucho -respondió Pulpi-. Pero también, me encanta explorar el mar y descubrir nuevos lugares. Además, cuando no puedo camuflarme, trato de hacer cosas divertidas. Por ejemplo, me encanta hacer burbujas y jugar al escondite con los demás animales marinos.
Los pulpos normales nunca habían considerado hacer cosas así. Estaban tan enfocados en ser como Pulpi que nunca habían explorado otras formas de ser ellos mismos.
– Supongo que tienes razón -dijo el pulpo más triste-. Siempre he querido cambiar mi aspecto, pero nunca he pensado en hacer otras cosas divertidas. ¡Debería intentarlo!
Después de esa conversación con Pulpi, el grupo de pulpos normales decidió probar cosas nuevas. Comenzaron a jugar juntos y a hacer más actividades divertidas. Descubrieron que podían tener una vida muy feliz siendo ellos mismos y no deseando ser diferentes a lo que eran.
Sin embargo, hubo un incidente que cambió la percepción de los pulpos normales respecto a Pulpi. Un día, mientras jugaban al escondite, un pulpo se perdió y no pudo ser encontrado. Los otros pulpos buscaron por todas partes, pero no lograron encontrar al pulpo perdido.
Desesperados, buscaron ayuda de otros animales marinos. Sin embargo, a pesar de que todos los demás se esforzaron por encontrar al pulpo perdido, no pudieron encontrarlo. Fue entonces cuando alguien recordó la habilidad especial de Pulpi para hacerse invisible.
– ¡Pulpi, ayúdanos, por favor! -gritó uno de los pulpos-. ¡Usa tu habilidad de camuflaje y encuentra al pulpo perdido!
Pulpi aceptó, y después de unos minutos de búsqueda, logró encontrar al pulpo perdido en un pequeño agujero en una roca. Los demás pulpos quedaron en shock, impresionados por la habilidad de Pulpi para encontrar cosas invisibles a los ojos de los demás.
– ¿Cómo lo hiciste? -preguntó uno de los pulpos-. No podemos creer que hayas encontrado al pulpo perdido.
– Bueno, siempre trato de estar atento a mi alrededor y fijarme en los detalles -respondió Pulpi-. Además, intenté seguir las pistas y ponerme en el lugar del pulpo perdido.
Los pulpos normales comprendieron que la habilidad de Pulpi para hacerse invisible era solo una pequeña parte de todo lo que hacía especial a Pulpi. Él era un gran explorador y siempre estaba atento a su alrededor. A partir de ese día, todos los pulpos normales aprendieron que ser creativo y ser uno mismo eran las claves para ser feliz en el fondo del océano.
Desde entonces, Pulpi y los pulpos normales se convirtieron en grandes amigos y solían jugar juntos y explorar el fondo del mar. Aprendieron que la diversidad era hermosa y que todos debemos aceptarnos y amarnos a nosotros mismos como somos.
FIN.
