Las aventuras de la pulpa detective. Érase una vez una pequeña pulpa de naranja llamada Olivia que soñaba con ser una gran detective. Ella admiraba a Sherlock Holmes y siempre usaba su pequeña cabeza para buscar pistas y resolver grandes misterios.
Un día, mientras estaba dentro de una nevera en la cocina, Olivia escuchó un ruido extraño. Se asomó por encima del borde de la nevera y vio que había algo extraño en la cocina.
Inmediatamente, Olivia saltó de la nevera y corrió hacia el extraño objeto. Era una pieza de fruta extraña que nunca había visto antes. Parecía una manzana, pero tenía rayas de diferentes colores y partes oscuras en ella.
Olivia se acercó a la misteriosa fruta y respiró profundamente. Sintió el olor de algo extraño, como si la fruta estuviera corriendo peligro.
La determinación se apoderó de ella y decidió que debía resolver este misterio. Así que comenzó a buscar pistas por toda la cocina.
Primero, fue alrededor de la pieza de fruta, luego examinó la encimera donde estaba. Buscó huellas y sugirió que alguien había estado allí antes que ella.
Después de una búsqueda exhaustiva en la cocina, nada de lo que encontró tuvo sentido. Pero no se rindió. Determinada, Olivia salió de la cocina decidida a encontrar más pistas.
En su camino, encontró a un pequeño gusano llamado Gus, que parecía triste y asustado. Olivia se acercó y le dijo: «Por favor, no llores. Dime qué está mal y te ayudaré».
Gus miró hacia arriba con lágrimas en los ojos y le pidió ayuda a Olivia. Le explicó que la fruta extraña era en realidad algo muy peligroso y que estaba tratando de encontrar la manera de detenerlo.
Olivia decidió que debía ayudar a Gus a resolver este misterio y aseguró que lo harían juntos.
Los dos se dirigieron al jardín del patio trasero de la casa. Allí, Olivia y Gus encontraron una extraña raíz de árbol que nunca habían visto antes. Parecía estar creciendo y expandiéndose.
Olivia examinó la raíz de cerca y se dio cuenta de que las partes oscuras de la fruta extraña se parecían a esta raíz. También parecía que la raíz estaba absorbiendo la energía del jardín.
Decidida, Olivia decidió que debían detener la raíz antes de que causara daño a la casa y al jardín. Usando su cabeza, y sus habilidades de detective, de nuevo, buscó pistas alrededor de la planta.
Descubrió que había un agujero profundo en la tierra donde la raíz había crecido. Una obstrucción en el agujero podría detener la raíz de su crecimiento.
Con la ayuda de Gus, encontraron algunas ramitas y hojas que podrían obstruir el agujero. Así que comenzaron a bloquear el agujero y detener la raíz.
Después de algunos intentos, finalmente lo lograron. La raíz dejó de moverse y parecía estar tranquila y segura.
Olivia y Gus se dieron cuenta de que este era el fin del misterio y estaban muy felices de haberlo resuelto juntos.
Al final del día, Olivia estaba orgullosa de todo lo que había logrado y se dio cuenta de que podía ser una detective exitosa si se lo proponía.
Desde ese día, Olivia se convirtió en la detective más popular entre todas las pulpas de la nevera. Enseñó a todos sus amigos a buscar pistas y resolver misterios mientras mantenían la nevera y la casa a salvo.
Y así, Olivia, la pulpa detective, vivió feliz resolviendo misterios día tras día.
