El Árbol de Navidad y la Aventura en el Bosque Nevado. Érase una vez en una pequeña aldea, había un árbol de Navidad que había sido plantado en el corazón del pueblo. Para los habitantes de la aldea, este árbol era una de las cosas más importantes durante la época navideña. Todos los años, los niños y los adultos cuidaban del árbol para que estuviera hermoso y lleno de vida para la celebración de Navidad.
Un año, una gran tormenta de nieve azotó la aldea. El árbol de Navidad fue cubierto por una gruesa capa de nieve y parecía estar completamente congelado. Los habitantes del pueblo estaban muy preocupados por su árbol amado, ya que la nieve no dejaba ninguna rama visible. Pero al día siguiente, al amanecer, descubrieron una cosa increíble.
Apareció un pequeño duende cerca del árbol de Navidad. El pequeño duende se presentó a sí mismo como Winkle, un duendecillo del bosque. Winkle explicó que había venido al pueblo para ayudar al árbol de Navidad en su lucha contra la tormenta de nieve. Los habitantes de la aldea estaban muy contentos de tener a Winkle con ellos.
Winkle cogió escarcha de la hierba del bosque y la esparció sobre el árbol de Navidad. Mientras lo hacía, la nieve blanca y espesa se transformó en una capa delgada y brillante, y poco a poco el árbol de Navidad empezó a recuperar su aspecto habitual. Cuando todos lo vieron, aplaudieron, saltaron y bailaron de alegría.
El pequeño duende les explicó que había un bosque mágico a una hora andando de la aldea. Este bosque era conocido por ser un lugar de descanso para los grandes espíritus de la naturaleza, que mantenían el equilibrio del bosque. Pero en ese momento algo terrible estaba ocurriendo allí. La Reina Malvada, una bruja malvada que vivía en una cueva en lo más profundo del bosque, había robado una semilla mágica que mantenía el equilibrio del bosque. Los residentes del bosque estaban en peligro.
Los habitantes de la aldea se sintieron conmovidos por la historia de Winkle y decidieron ayudarlo. A pesar de la tormenta de nieve que aún persistía, emprendieron una peligrosa misión hacia el bosque mágico.
Después de una larga caminata, llegaron al bosque, pero se encontraron con enormes carámbanos de hielo que bloqueaban el camino al bosque. Muchos pensaron en regresar, pero Winkle se aseguró de que debían continuar la misión.
Al continuar el camino, encontraron una jauría de lobos, bastante hambrientos que salían de sus guaridas, se acercaron a los aventureros. Los habitantes de la aldea se asustaron, pero Winkle rápidamente les dijo que una variante de esencias de pino ahuyentaría a los lobos. Con valentía, los aventureros lograron obtener suficiente esencia del pino y ahuyentar los lobos mientras continuaban su camino.
Finalmente, llegaron a la cueva oscura de la Reina Malvada. Echaron un vistazo en el interior y vieron a la malvada bruja, muy hermosa pero malvada, que sostenía la semilla mágica entre sus manos. Los aventureros se sintieron un poco intimidados, pero Winkle les recordó que estaban allí para salvar al bosque.
El valiente líder de la aldea, salió hacia adelante y tomó la semilla mágica de la Reina. La Reina Malvada, encolerizada, lanzó un hechizo mágico para tratar de detenerlos, pero un pequeño duende llamado Winkle rápidamente apareció y logró eludir el hechizo. La Reina, furiosa, trató de matar al pequeño duende burlón, pero el líder de la aldea intervino y evitó que la bruja malvada lo hiciera.
Con la semilla mágica a salvo, los aventureros regresaron a casa. Al llegar, plantaron la semilla mágica en la base del árbol de Navidad. La semilla mágica creció rápidamente y se convirtió en un árbol hermoso, lleno de pequeñas luces. La aldea se sumergió en un espectáculo de luz brillante y al instante, el bosque mágico volvió a su equilibrio normal y la nieve comenzó a derretirse. Los habitantes de la aldea se dieron cuenta de que habían salvado más que solo su árbol de Navidad; habían salvado la naturaleza y el equilibrio del bosque.
Winkle, quien había ayudado a los aventureros, desapareció después de la misión exitosa pero siempre se le recordaba como un duende experto en la naturaleza, siempre listo para ayudar. La aldea celebró la Navidad más hermosa de la historia, pues esta vez había sido muy especial y significativa gracias a la mágica aventura y al pequeño duende que les ayudó, dejando marcado en su memoria y cultura, las enseñanzas acerca del cuidado y protección de la naturaleza.
