El barco de la reina

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El barco de la reina
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El barco de la reina. Érase una vez, en un reino lejano, había un barco muy especial. Se decía que era el barco de la reina. Los ciudadanos del reino hablaban sobre la mágica capacidad del barco para viajar a través de las aguas más tormentosas sin ningún problema.

La reina era la única que tripulaba el barco y lo utilizaba para viajar a través de los mares en busca de nuevas aventuras y tesoros que pudieran mejorar su reino. Pero, un día, la reina partió hacia un viaje más largo que de costumbre y no regresó en semanas.

El reino comenzó a preocuparse por ella y por el barco mágico que nadie más sabía cómo manejar. Los ciudadanos se acercaron al rey y le preguntaron si sabía algo de la reina y su barco.

El rey intentó tranquilizarlos, pero también estaba preocupado. Con el paso de los días, la ansiedad de los ciudadanos crecía. Ellos querían hacer algo, pero no sabían cómo, así que buscaron ayuda.

Un mago se presentó ante ellos y les ofreció su ayuda. Él había estudiado la magia por años y había escuchado historias sobre el barco mágico de la reina. La gente aceptó su ayuda y el mago se acercó al barco.

Después de recorrer todo el barco, el mago encontró un pequeño mapa dentro de un cajón que tenía una ruta trazada por la reina. A través de hechizos y encantamientos, el mago hizo que el barco siguiera el mapa que la reina había dejado.

Durante semanas, el barco navegó por las aguas más peligrosas y tormentosas, pero el mago logró mantenerlo a salvo y en la ruta escogida. Los ciudadanos del reino estaban sorprendidos y agradecidos por la habilidad del mago.

Finalmente, el barco llegó a una pequeña isla en el medio del océano. Era una isla hermosa, pero desolada y deshabitada. El mago y los ciudadanos bajaron del barco y buscaron a la reina.

Después de buscar por toda la isla, encontraron a la reina sentada en la playa. Ella estaba rodeada de una sensación de paz y tranquilidad, algo que nunca antes había experimentado. La reina les explicó que esta isla mágica había aparecido frente a ella durante una tempestad mientras navegaba por el mar.

La isla estaba llena de tesoros que ella nunca antes había visto. Estaba tan emocionada de explorar y recolectar todo lo que había allí que se olvidó de su ruta y del tiempo.

El mago y los ciudadanos estaban asombrados ante los tesoros que la reina había descubierto. Y aunque estaban felices de que ella estuviera sana y salva, sabían que no podían quedarse en la isla para siempre.

Después de unos días, intentaron regresar a su reino, pero algo extraño estaba sucediendo en los vientos que soplaba. La brújula del barco indicaba que estaban navegando en diferentes direcciones y no pudieron encontrar su camino. Estaban perdidos en medio del océano.

Las provisiones y el agua fresca comenzaban a escasear. Mientras tanto, la situación se agravaba por las tormentas y navegaban sin rumbo ni dirección alguna. La situación era desesperada, a menos que ocurriera un milagro.

Fue durante una noche particularmente oscura que se produjo el milagro. Un grupo de delfines apareció frente al barco y comenzó a guiarlos. El barco siguió la estela de los delfines, quebrando las olas de la noche. Finalmente, al amanecer, vieron la costa del país frente a ellos.

Los ciudadanos del reino acogieron a la reina y a los demás miembros de la tripulación con gran alegría y celebraron su regreso. La reina contó su historia de la isla misteriosa y los salvadores delfines. La gente del reino estaba enamorada de esa historia, tanto que la reina hizo un dibujo de los delfines en su bandera para representar su salvación.

Desde ese día en adelante, los ciudadanos del reino siempre buscaron a los delfines y consideraron su vista como una señal de buena fortuna. El barco de la reina continuó navegando, pero ahora lo hacía con un grupo de delfines que siempre lo rodeaba y lo guiaba para que nunca se perdiera de nuevo en el mar.

La reina nunca olvidó su aventura en la isla mágica y siguió explorando, pero esta vez, siempre se aseguró de dejar un rastro en su camino de regreso a casa. Pero nunca olvidó a sus pequeños amigos de piel gris y siempre estaba buscando un espacio en su barco para invitarlos a ellos y traerlos consigo.

Los delfines se convirtieron en una parte esencial del barco de la reina, y mucho se decía sobre las muchas actuaciones y giros en el aire que hacían en el agua en compañía del barco mágico. Todos los ciudadanos del reino sabían la historia de la isla mágica y los salvadores delfines, y estaban más que felices de tenerlos como un símbolo de buena fortuna.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El barco de la reina
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