El bosque de los muertos de Halloween. Érase una vez, en el bosque más misterioso y aterrador de todo el mundo, un lugar conocido como “El bosque de los muertos”. Este bosque siempre está flanqueado por árboles enormes y oscuros que parecen estar enfermos o poseídos por la tristeza. Algunos científicos y personas valientes han intentado descubrir qué pasa dentro del bosque, pero todos han fallado.
Durante muchos años, los habitantes del pueblo cercano evitaban este bosque y nunca se acercaban a él en Halloween, ya que dicen que es el día en que los muertos cobran vida. En este día, algunos de los árboles sacan sus raíces de la tierra y, con ello, los cuerpos de los muertos que están enterrados allí. Nadie sabe por qué, pero, al parecer, hay un reloj que suena en lo más profundo del bosque de dos en dos horas, y el sonido de ese reloj es lo que hace que los muertos cobren vida.
Carlos es un niño muy curioso, quiere saber todo acerca del bosque, aunque siempre había sabido que no debía acercarse a él en Halloween. Carlos siempre preguntaba a sus amigos mayores sobre el bosque de los muertos, especialmente en Halloween, pero nunca recibía respuestas claras.
Una tarde de Halloween, cuando Carlos estaba caminando con sus amigos por el camino que cruza el bosque, sintió como un magnetismo que lo hacía acercarse cada vez más al bosque. Sus amigos intentaron retenerlo, pero era como si algo lo llamara desde el interior del bosque y no podía evitarlo.
Al entrar al bosque, se sintió abrumado por la oscuridad, pero algo le decía que debía seguir avanzando. De repente, escuchó el sonido del reloj y tembló de miedo, pero ya era tarde para dar media vuelta.
Mientras caminaba, la oscuridad se volvió más y más densa, los árboles se volvieron más y más altos y las raíces en el suelo parecían manos ansiosas por agarrarlo.
De repente, un viento frío sopló desde el centro del bosque y Carlos empezó a temblar de miedo. El reloj sonó en lo profundo del bosque, y en poco tiempo, Carlos escuchaba ruidos de respiración detrás y alrededor de él.
Carlos sabía que algo la estaba persiguiendo. Corrió lo más rápido que pudo, pero el sonido de los pasos detrás de él se volvió más rápido y corazón parecía querer saltar de su pecho. Finalmente, Carlos pudo salir del bosque ileso, pero todo lo que había visto y oído quedó grabado en su mente para siempre.
La noche terminó sin ningún incidente importante, pero Carlos estaba muy preocupado. Él creía que necesitaba encontrar la forma de solucionar la situación que se estaba produciendo en el bosque de los muertos.
Carlos pensó mucho con su amigos y decidieron investigar el bosque el próximo día. Aunque era peligroso, creían que era la única forma de averiguar por qué los muertos cobraban vida en Halloween. Sin embargo, debían llegar al bosque antes de que sonara el reloj.
Carlos y sus amigos llegaron temprano al lugar, esperando poder desentrañar el misterio. Caminando por el bosque, encontraron un cementerio justo en el centro del bosque, y allí, encontraron un reloj, justo al lado de la tumba de un hombre llamado Juan.
Carlos y sus amigos entendieron que el reloj era lo que hacía que los muertos salieran de sus tumbas. Después de pensarlo un poco, se dieron cuenta de que debían detener el reloj antes de que llegara la medianoche, y para ello, necesitaban encontrar el número de la combinación adecuada.
Carlos y sus amigos intentaron varias combinaciones para detener el reloj, pero ninguna funcionó. Ya eran las once y media de la noche, y el reloj estaba a punto de sonar. Carlos estaba seguro de que si no encontraban la combinación correcta, los muertos volverían a la vida y se produciría una catástrofe.
Finalmente, después de pensarlo un poco más, Carlos recordó la fecha en que Juan había muerto. Recordó que su día de muerte era el número de la combinación, y así, logró detener el reloj a tiempo. Después de eso, todo se volvió más tranquilo y los muertos regresaron a la tierra.
Desde entonces, Carlos se volvió muy popular en la comunidad, ya que fue el héroe que había salvado el bosque de los muertos. Todos aprendieron una lección importante: nunca subestimar el poder de la curiosidad, pero siempre tomar las precauciones necesarias antes de aventurarse.
Este Halloween, Carlos y sus amigos siempre recuerdan la vez que salvaron el bosque de los muertos y se convirtieron en héroes. Si alguna vez deciden visitar el bosque de los muertos, ya saben que deben ser muy cuidadosos y asegurarse de que no sean vencidos por la oscuridad y la incertidumbre.