El Búho y el Guardián de los Deseos

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El Búho y el Guardián de los Deseos
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El Búho y el Guardián de los Deseos. Érase una vez en un bosque encantado, un pequeño búho curioso. Todos los días, después de la caída del sol, el búho se despertaba y emprendía su vuelo nocturno. Siempre buscaba aventuras, nuevos amigos, y lo más importante, deseos que conceder. Pero un día, mientras sobrevolaba los árboles del bosque, se topó con un guardián muy especial.

El guardián de los deseos era un hombre anciano, de barba blanca y ojos luminosos. Había vivido en el bosque por muchos años, protegiendo los pedidos más preciados de todos aquellos que deseaban algo con todo su corazón. Al principio, el búho se sintió intimidado por el guardián. Pero, poco a poco, fue descubriendo su historia y su noble labor. Fue entonces cuando el búho se dio cuenta de que el guardián necesitaba ayuda para cumplir las peticiones de la gente.

– ¿Puedo ayudarte? -preguntó el búho.

– Claro que sí, pequeño amigo -respondió el guardián-. Tengo muchos deseos que cumplir, y la verdad es que me está costando mantener el ritmo. Quizás con tu ayuda, podamos conceder más deseos.

El búho se puso muy feliz y juntos comenzaron a colaborar. Cada noche, mientras las estrellas brillaban en el cielo, ellos dos se comunicaban en un lenguaje secreto. El guardián le contaba al búho cuáles eran los deseos pendientes, y el búho se encargaba de buscar a los solicitantes. De esta manera, pudieron conceder muchos deseos, como la sanación de una enfermedad, la reunión con un ser querido, y la adopción de un gato callejero.

Los días pasaron, y el búho, con su gran bondad, se enamoró del bosque y de sus habitantes. Pero también se dio cuenta de que no todo era felicidad. Había muchos problemas que era imposibles solucionar por completo. Los seres humanos contaminaban el medio ambiente, los animales del bosque sufrían, y la sociedad estaba cada vez más dividida. El búho se sentía desesperado y triste, sin poder hacer nada.

– ¿Qué te preocupa, pequeño amigo? -preguntó el guardián, notando la tristeza del búho.

– No entiendo cómo podemos conceder deseos, pero no eliminar la maldad del mundo -respondió el búho-. ¿No podemos hacer nada?

– Cada uno de nosotros tiene un papel en este mundo -dijo el guardián-. Y tú, con tu valentía y tus ganas de ayudar, ya estás haciendo mucho. Si quieres, podemos trabajar juntos para encontrar una solución.

El búho se sintió aliviado al escuchar las palabras del guardián. Juntos, idearon un plan: iban a reunir al bosque completo para discutir la situación actual y cómo mejorarla. El búho y el guardián predicaron sus ideas y propusieron iniciativas. Las ardillas, los ciervos, las mariposas y los pajaritos también hablaron, y entre todos se dieron cuenta de que podían hacer muchas cosas pequeñas pero también poderosas.

Así fue como el bosque decidió limpiar los ríos y recoger la basura del suelo. Los pájaros se encargaron de dispersar el polen y ayudar a la polinización. Las abejas y las mariposas se hicieron cargo de las flores y plantas. Incluso los animales más grandes, como los osos, protegieron a los más débiles. Todo el bosque se unió en una causa común: cuidar y proteger el medio ambiente.

El búho y el guardián sintieron que habían logrado una hazaña increíble. Además de conceder los deseos de los habitantes, habían logrado despertar la conciencia ecológica en ellos. Con su trabajo y dedicación, habían logrado algo increíble. Y eso es lo que los hizo sentir felices y realizados.

Pero, ¿y los problemas sociales? Aunque no se solucionaron de la noche a la mañana, el bosque aprendió a aceptar las diferencias y trabajar juntos. El búho continuó con su labor de conceder deseos, pero también se ocupó de hacer que la gente en su comunidad se uniera para fortalecer lazos y resolver problemas. Así, se convirtió en un pedacito de luz en este mundo, un guerrero de la bondad que nunca dejó de luchar por lo que amaba.

Desde entonces, cada vez que alguien llamaba al guardián para pedirle un deseo, él sabía que podía contar con la ayuda del búho. Juntos, podían hacer cosas maravillosas, ayudar a los necesitados y mejorar el mundo. Es que cualquier cosa es posible cuando se cree en uno mismo y se lucha fuerte. Y así es como se construyen historias verdaderamente hermosas y llenas de magia.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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