El caballo y el burro

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El caballo y el burro
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El caballo y el burro. Érase una vez, en un pequeño pueblo rodeado de verdes colinas, un caballo y un burro que vivían juntos en un establo. Ambos eran muy buenos amigos y siempre se cuidaban el uno al otro.

Un día, el caballo se lastimó una pata mientras jugaba en el campo. No podía caminar y estaba muy triste porque no podía salir a correr con su amigo burro.

El burro, al ver a su amigo triste, rápidamente acudió a su lado. Él sabía que algo no estaba bien y quería ayudar. Así que se acercó al caballo y le preguntó qué estaba sucediendo.

«Me lastimé la pata y ya no puedo correr, no puedo hacer nada», respondió el caballo.

El burro no se rindió y le ofreció su ayuda. «No te preocupes, amigo, yo te llevaré a dar un paseo. Puedo ser tu transporte», dijo.

Y así fue. El caballo subió sobre el lomo del burro y juntos dieron un paseo por el campo, disfrutando del aire fresco y el hermoso paisaje, como siempre lo hacían.

Desde ese día, el caballo se sintió muy agradecido con su amigo burro. Aprendió que en momentos difíciles siempre podría contar con su ayuda y compañía.

Pero un día, el burro también se lastimó una pata. No podía cargar cosas ni caminar. El caballo, al verlo triste, acudió a su lado para preguntar qué pasaba.

«Me lastimé la pata y no puedo moverme de aquí», dijo el burro.

El caballo no dudó en ayudarlo, como el burro lo había ayudado en su momento. Así que lo cargó sobre sus fuertes hombros y lo llevó a dar un paseo para que pudiera disfrutar del aire fresco y hermoso paisaje como siempre lo hacían juntos.

Desde ese día, el burro aprendió que la amistad verdadera se demuestra en los momentos difíciles. Y ambos, el caballo y el burro, supieron que siempre estarían ahí para el otro.

Pero un día, algo triste ocurrió. Un granjero llegó al establo y decidió que necesitaba un caballo más fuerte y rápido, así que decidió vender al caballo y quedarse con el burro.

El caballo no quiso partir sin su amigo burro, pero el granjero no estaba dispuesto a negociar.

Así que el caballo se fue, triste y solitario, mientras que el burro seguía trabajando en el campo del granjero.

Pero una noche, el granjero dejó la puerta del establo abierta y el burro pudo escapar.

A la mañana siguiente, el burro buscó al caballo en todos los lugares que conocía, pero no lo encontró. No sabía cómo encontrarlo y se sentía muy triste y solo.

Entonces, decidió pedir ayuda a otros animales del campo. Pidió a las vacas, a las ovejas, a los cerdos y a los pájaros que lo ayudaran a encontrar a su amigo caballo.

Todos se unieron a la búsqueda. Los pájaros volaron sobre el campo y las vacas lo buscaron en las colinas. Las ovejas lo buscaron en los bosques y los cerdos revisaron el río.

Después de mucho buscar, finalmente encontraron al caballo en un campo muy lejano. Estaba herido y no podía moverse.

Los animales del campo se unieron para ayudar al caballo. Lo curaron y lo llevaron de regreso al establo donde vivían él y el burro.

Desde ese día, el burro aprendió la importancia de la empatía y la solidaridad. Comprendió que a veces, cuando alguien se encuentra en problemas, es importante unirse para ayudarlos.

Y así, el caballo y el burro volvieron a ser los mejores amigos, cuidándose mutuamente y disfrutando del hermoso paisaje que los rodeaba. Juntos aprendieron que la amistad y la empatía son valores muy importantes que debemos practicar todos los días.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El caballo y el burro
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