El círculo de amigos. Érase una vez en un pequeño pueblo en medio del bosque, donde vivían muchos animales, cada uno con su propia personalidad y habilidades. Los animales se llevaban bien, pero todavía no eran amigos cercanos.
Un día, un pequeño búho llamado Lila estaba sentada en un árbol, observando a los animales del bosque. Vió que los conejos jugaban a saltar, los ciervos pastaban juntos y los zorros corrían. Pero notó algo extraño: los animales no estaban juntos, cada especie estaba con los de su misma especie.
Lila se preocupó porque se dio cuenta de que los animales del bosque no eran amigos, nunca hablaban con los animales de otras especies y no se conocían entre sí. Entonces, se le ocurrió una idea para crear un círculo de amigos para todas las especies del bosque.
Lila voló hacia el suelo y habló con un conejo. «Oye, ¿quieres jugar a un juego con todos los animales del bosque?» preguntó Lila. El conejo asintió emocionado y Lila explicó su plan.
Lila quería reunir a todas las especies en un solo lugar y presentarlas para que pudieran conocerse mejor y formar nuevas amistades. El conejo estuvo de acuerdo y juntos empezaron a invitar a los demás animales del bosque.
Cuando llegó el día de la reunión, Lila estaba emocionadísima. Todos los animales estaban allí y ella los presentó a todos los demás, contando algunas curiosidades sobre cada uno. Aunque los animales eran diferentes, aprendieron a verse mutuamente como amigos y se dieron cuenta de que podían ayudarse entre sí.
Un zorro llamado Lucas, contó a los demás animales del bosque: «¿Sabías que los conejos pueden correr muy rápido y nos pueden ayudar a cazar?». Y los conejos respondieron: «Sí, sabemos que los zorros son buenos cazadores y pueden protegernos de otros animales depredadores».
De repente, el sapo llamado Blas saltó hacia adelante y dijo: «¡Yo sé cantar y puedo hacer que todos bailen con mi música!», y comenzó a tocar su pequeña guitarra.
Los animales del bosque comenzaron a cantar y bailar juntos, todos unidos en un círculo de amigos. Se dieron cuenta de que eran diferentes pero eso no significaba que no pudieran estar juntos. Se abrazaron y prometieron ser amigos para siempre.
Con el tiempo, los animales del bosque se hicieron amigos cercanos y empezaron a tener más amigos de diferentes especies. Aprendieron a aceptar las diferencias y a respetarse mutuamente. Incluso cuando los animales del bosque tenían problemas, sabían que podían contar con sus amigos para ayudarlos.
Desde ese día, el círculo de amigos de los animales del bosque creció cada vez más. Todos los años, Lila organizaba una gran reunión para que todos los animales pudieran reunirse y celebrar su amistad.
Los animales del bosque aprendieron una valiosa lección: que no importa cuán diferentes sean, siempre pueden ser amigos. Y juntos, podían superar cualquier obstáculo.
El círculo de amigos de los animales del bosque se convirtió en un modelo para los demás en el mundo animal y los humanos se dieron cuenta también de lo importante que era ser amigos de los demás.
Y así, vivieron felices para siempre.
