El conejo y la carrera de patines

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El conejo y la carrera de patines
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El conejo y la carrera de patines. Érase una vez en el bosque de los conejos, un conejito llamado Benito que era el más rápido de todos los conejos del bosque. Corría de aquí para allá, ayudando a los otros conejos y siempre estaba listo para una nueva aventura.

Una tarde, mientras se encontraba corriendo por el bosque, Benito vio a un grupo de animales patinando en una pista cerca del riachuelo. Estaban teniendo una carrera de patines y parecía ser muy divertido.

Benito se acercó y preguntó si podía unirse a la carrera. Los demás animales lo miraron con curiosidad. «¿Tú? ¿En patines?», dijo un ratón. Pero Benito no se dejó intimidar. Tomó unos patines prestados y se unió a la carrera.

Al principio, parecía que Benito no tenía idea de cómo usar los patines. Tropezó, se cayó y rodó por la pista, pero nunca perdió el ánimo. Se levantó, se sacudió el polvo y volvió a intentarlo.

Poco a poco, empezó a agarrar el ritmo. Sus movimientos se hicieron suaves y rápidos, como si hubiera nacido con los patines en los pies. Los otros animales no podían creer lo que estaban viendo. Benito estaba haciendo grandes saltos y giros, mostrando que estaba listo para la competencia.

Finalmente, llegó el día de la gran carrera de patines. Los demás animales se reunieron en la pista y se pusieron sus patines. La multitud gritaba y aplaudía mientras los corredores se preparaban para la carrera.

El zorro fue el primero en salir. Corrió a lo largo de la pista, saltando y girando, pero Benito estaba justo detrás. El oso estaba en tercer lugar, seguido de cerca por el ratón.

Los animales se esforzaban al máximo, pero en un abrir y cerrar de ojos, Benito dio un gran salto que lo llevó al primer lugar. Corría más rápido que nadie y estaba seguro de ganar la carrera.

Pero entonces, algo inesperado sucedió. Una de las ruedas de sus patines se aflojó y Benito tuvo que detenerse. Los demás animales lo rebasaron y se alejaban al ganar la carrera.

Benito se sintió muy triste, pensando que su sueño de ganar la carrera de patines había terminado. Pero los demás animales rápidamente se dieron cuenta de lo que había sucedido. Se detuvieron y ofrecieron ayuda a Benito.

Juntos, todos los animales ayudaron a apretar la rueda floja y ajustar los patines de Benito. Finalmente, estaba listo para volver a correr. Pero sabía que no podía ganar, ya que los demás animales habían corrido bastante mientras él se detenía a reparar los patines.

Dio un gran salto para arrancar de nuevo en su carrera, pero esta vez no estaba corriendo para ganar. Estaba corriendo por el amor del deporte y por la amistad de los animales a su alrededor.

Los demás animales se sorprendieron al verlo, pero en lugar de tratar de ganar, comenzaron a correr al lado de Benito. Todos juntos cruzaron la línea de meta, abrazados y riendo.

Ellos sabían que lo importante no era ganar, sino divertirse juntos en el bosque de los conejos, hacer lo que aman y rodearse de amigos de confianza.

Desde ese día, Benito y los demás animales del bosque de los conejos tuvieron un nuevo pasatiempo y organizaron más carreras y otros deportes donde la diversión y el compañerismo eran los protagonistas, y los demás animales se divertían al ver a Benito mostrar sus habilidades en los patines.

Y aunque Benito nunca ganó una carrera de patines, siempre estuvo agradecido por la amistad y el apoyo de los demás animales en el bosque, por ser realmente su amistad lo que hizo la diferencia en aquel concurso.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El conejo y la carrera de patines
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