El Dinosaurio y la Bruja Buena. Había una bruja buena llamada Luna que vivía en un bosque encantado rodeado de flores y árboles majestuosos. Su trabajo consistía en ayudar a todas las criaturas del bosque a resolver sus problemas y mantener la armonía en el lugar.
Un día, mientras caminaba por el bosque, Luna escuchó un ruido extraño que no había oído antes. Seguía el sonido hasta llegar a un claro, donde se encontraba con un dinosaurio que parecía estar perdido y asustado.
El dinosaurio era enorme y majestuoso, con escamas verdes brillantes y ojos amarillos. Él era Víctor, un Tiranosaurio Rex joven que había escapado de un circo ambulante donde era obligado a actuar para entretener a las personas.
Luna inmediatamente sintió pena por Víctor y decidió ayudarlo, aunque no sabía exactamente cómo. Ella se sentó junto a él y le habló pacientemente. Pronto, el dinosaurio empezó a confiar en ella y comenzó a contarle su historia.
Víctor reveló que no quería hacer trucos y ser visto como un monstruo de circo. Él quería vivir libre en la naturaleza y conocer otros animales como él. Luna pensó en su petición y decidió ayudar al dinosaurio a encontrar su lugar en el bosque.
Después de viajar juntos por un tiempo, Luna y Víctor encontraron a un grupo de dinosaurios que vivían en el bosque. Ellos aceptaron a Víctor en su manada y le enseñaron todo lo que necesitaba saber sobre la vida de un dinosaurio libre.
Víctor estaba emocionado de haber encontrado su hogar final y estaba muy agradecido por la ayuda de Luna. Pero Luna también era muy feliz porque había logrado ayudar a otro ser viviente a encontrar su felicidad y propósito en la vida.
Víctor se convirtió en un gran amigo de Luna y siempre la visitaba en su cabaña en el bosque. A menudo la llevaba con él en aventuras a través del bosque, presentándole a otros animales y ayudándola a explorar nuevas áreas.
Una noche, Luna y Víctor estaban volviendo a la cabaña después de una larga caminata cuando de repente, un grupo de malvados magos oscuros apareció ante ellos. Los magos habían estado cazando a los dinosaurios del bosque, y Víctor y Luna rápidamente se dieron cuenta de que estabas en peligro.
Los magos empezaron a lanzar hechizos en Víctor para intentar atraparlo, pero la bruja Luna tenía mucho poder mágico y pudo proteger al dinosaurio. Con el tiempo, los magos se dieron por vencidos y desaparecieron por completo.
Después de que los magos se marcharan, Luna y Víctor persiguieron juntos por bosque, disparando rayos y conjuros mágicos mientras corrían hacia su cabaña. Finalmente, llegaron a la pequeña cabaña de Luna, que no tenía mucho espacio para ellos, pero era su refugio y había sido construida con el mismo cuidado y amor de las plantas y los árboles que rodeaban el bosque.
Luna y Víctor estaban juntos y seguros en su hogar, y cuando miraron hacia el cielo, vieron que la luz de la luna brillaba más brillante que nunca. Era como si la luna misma estuviera protegiendo a Luna y Víctor del peligro.
Luna sabía que aún había mucho más trabajo por hacer para proteger a todos los habitantes del bosque, pero también sabía que ella y Víctor serían fuertes juntos. Ahora era uno más en su manada del bosque, en su hogar eterno.
Desde ese día, Luna y Víctor se convirtieron en protectores del bosque y siempre estuvieron allí para ayudar a cualquier criatura que necesitara ayuda. Juntos, se enfrentaron a muchos peligros y siempre fueron capaces de proteger a su amado hogar.
Con el tiempo, la historia de la bruja y el dinosaurio se convirtió en leyenda en el bosque encantado, y todos los animales, grandes y pequeños, aprendieron a ver en ellos un ejemplo de amor y amistad. A partir de entonces, las nuevas generaciones de animales siempre buscaban a Luna, la bruja que protegía ese bosque como nadie lo había hecho antes.
Y mientras Luna y Víctor vivían felices en su hogar secreto, sabían que estaban juntos para siempre, protegiendo y cuidando el bosque mágico que siempre había sido su hogar.
— Fin del cuento —
La historia del dinosaurio y la bruja buena demuestra que la amistad, la lealtad y el amor son elementos esenciales en la vida. Gracias a la amorosa ayuda de Luna, el tranquilo pero majestuoso Víctor encontró su verdadero hogar en el bosque, donde pudo ser libre y vivir una vida feliz.
Este cuento también nos enseña la importancia de cuidar el medio ambiente y proteger a las criaturas que viven en él, ya que todos son importantes y merecen ser respetados, al igual que todas las comunidades y personas también merecen el mismo respeto y amor que los animales del bosque.
