El Dragón de las Sombras y la Luz. Hace mucho tiempo, en un mundo mágico y fantástico, existía un dragón tan antiguo como el tiempo mismo. Este dragón era conocido como el Dragón de las Sombras y la Luz, pues tenía la habilidad de controlar tanto la oscuridad como la luz. Se decía que el Dragón de las Sombras y la Luz era el más poderoso de todos los dragones del mundo y que sólo aquellos valientes y dignos podían acercarse a él.
Un día, un joven valiente llamado Einar escuchó por primera vez sobre el Dragón de las Sombras y la Luz. La leyenda del dragón hizo arder su corazón con pasión y decidió que iba a encontrar a la bestia mítica. En su viaje, Einar tuvo que atravesar peligrosos bosques, escalar montañas altísimas y cruzar ríos traicioneros.
Después de muchas semanas de viaje, Einar por fin llegó a la guarida del Dragón de las Sombras y la Luz. Era un magnífico castillo hecho de cristal y oro, y aunque estaba completamente abandonado y en ruinas, todavía tenía el poder de hechizar a aquellos que la veían.
Einar exploró la guarida, encontró cámaras y salones llenos de tesoros preciosos, joyas y artefactos mágicos. Después de buscar en cada rincón del castillo, finalmente encontró al Dragón de las Sombras y la Luz en una cámara secreta. El dragón estaba dormido y Einar se acercó cautelosamente para evitar despertarlo.
De pronto, el dragón abrió sus ojos, llenando la sala con una luz intensa. Einar estaba asombrado por la belleza del dragón, su tamaño y su aura protectora. No obstante, Einar estaba preparado para hablar con la criatura mítica.
– Oh Dragón de las Sombras y la Luz, – dijo Einar- vine aquí para pedir tu ayuda. Mi pueblo está en peligro. Un ejército malvado está marchando hacia mi hogar para arrasar con todo lo que conocemos y amamos.
El Dragón de las Sombras y la Luz no dijo una palabra. En vez, abrió sus alas enormes y se elevó hacia el techo. Entonces, la guarida se llenó de una oscuridad profunda.
– Si realmente eres valiente y digno – dijo el Dragón de las Sombras y la Luz- demuéstralo. Encuentra la manera de salir de mi guarida en la oscuridad total.
Einar estaba desconcertado, pero no iba a abandonar fácilmente. Sabía que había venido aquí por una razón, y estaba decidido a hacer lo que fuera necesario para demostrar su valentía. Así que comenzó a buscar en la habitación oscura, palpando las paredes, buscando algún tipo de abertura o pasaje.
Después de mucho tiempo de buscar, Einar finalmente encontró algo. Una pequeña abertura en la pared que antes no había visto. A medida que avanzaba, Einar descubrió que conducía a un pasadizo oculto que lo llevaba hacia el exterior de la guarida.
Cuando Einar regresó, estaba agotado y sucio, pero en su mano sostenía un medallón de cristal que brillaba con una luz inusual. No había duda de que había pasado la prueba del Dragón de las Sombras y la Luz.
– Has demostrado tu valía, – dijo el Dragón de las Sombras y la Luz.
– Muchas gracias, – respondió Einar, guardando el medallón en su bolsillo – pero, ¿podrás ayudar a mi pueblo? El ejército malvado no tardará en llegar.
– Claro que te ayudaré, pero necesitarás un ejército para vencer al malvado que amenaza tu hogar. El medallón que te di te permitirá volver a mi guarida en cualquier momento que lo necesites. Puedes traer a tus compañeros más leales, los guerreros más fuertes y los magos más sabios para ayudarte. Juntos, enfrentaremos al malvado que amenaza tu hogar y a los demás. Debes creer en ti mismo, debes dar lo mejor de ti y debes creer en tus amigos.
Einar estaba agradecido por la ayuda del Dragón de las Sombras y la Luz. Prometió volver con sus compañeros lo antes posible. Pero antes de irse, Einar se volvió y le preguntó:
– Dragón de las Sombras y la Luz, ¿cómo es que tienes tanto poder?
El dragón lo miró a los ojos, su mirada profunda e infinita. Entonces respondió:
– Hace muchos años, cuando el mundo era joven, la Luz y la Oscuridad se entrelazaron en un abrazo profundo y poderoso. Para sepultar la Luz, la Oscuridad liberó una gran maldición en el mundo. Y después, la Luz se liberó de nuevo, pero quedó herida y debilitada. Juró que nunca más sucedería. Y así, nací.
– ¿Eres la luz que combate la oscuridad? – preguntó Einar.
– No, – respondió el Dragón de las Sombras y la Luz- somos mucho más que eso. Somos la fuerza y el equilibrio. Somos la combinación perfecta de ambas, y somos la esperanza. No debes temer a la Oscuridad, ni temer a la Luz. Debes comprender que ambas son necesarias para la vida.
Con estas palabras sabias, Einar se despidió del Dragón de las Sombras y la Luz. Se prometió que siempre recordaría las palabras del dragón, y se dirigió rápidamente a su hogar para reunir al ejército que necesitaba.
Juntos, Einar y sus compañeros lucharon una batalla épica contra el ejército malvado. Con la habilidad de Einar como líder y el poder del Dragón de las Sombras y la Luz a su lado, finalmente lograron la victoria.
Después de la batalla, Einar decidió regresar con la intención de agradecer al Dragón de las Sombras y la Luz. Pero cuando llegó a la guarida del dragón, encontró que ya no estaba allí. Una vez más, el dragón se había convertido en un ser mítico, un ser indescriptible que había desaparecido de la faz de la tierra.
Einar regresó a su hogar con el medallón mágico ya como un héroe, sabiendo que nunca olvidaría la lección del Dragón de las Sombras y la Luz: entender que la oscuridad y la luz son necesarias, que deben comprenderse y aceptarse para alcanzar la verdadera armonía en el mundo.