El Dragón y el Gran Baile de los Animales

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El Dragón y el Gran Baile de los Animales
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El Dragón y el Gran Baile de los Animales. Había una vez un poderoso dragón llamado Drax. Vivía en una cueva en lo alto de una montaña, protegiendo su tesoro de oro y joyas. Drax era conocido por ser temido por todos los habitantes del bosque y ninguno se atrevía a acercarse a su guarida.

Un día, Drax se despertó sintiendo una gran curiosidad por conocer a los animales del bosque. Había oído hablar de la gran fiesta que celebraban cada año y quería formar parte de ella. Así que desplegando sus alas, Drax partió hacia el bosque en busca de la fiesta.

A medida que se adentraba en el bosque, Drax pudo sentir el aroma de la hierba fresca y el dulce perfume de las flores. El sol brillaba en el cielo y el canto de los pájaros alegraba el ambiente. Pero pronto se encontró con un grupo de animales que lo miraron con recelo. “¡Corran, es el temible Drax!”, exclamó un conejo asustado mientras huía por el camino.

Drax se sintió triste por la reacción de los animales y decidió volver a su cueva. Pero en el camino, se encontró con una pequeña abeja que estaba atrapada en una tela de araña. Drax no lo pensó dos veces y con su pata rompió la tela para liberar a la abeja.

“Gracias por liberarme”, dijo la abeja con una sonrisa. “No eres tan malo como dicen los animales del bosque”.

Drax se sintió contento al escuchar las palabras de la abeja y decidió continuar su camino en busca de la fiesta.

Finalmente, después de un rato de caminar por el bosque, Drax llegó a una gran llanura donde se celebraba la fiesta. Allí, los animales formaban parejas para bailar y disfrutaban del sabor de las deliciosas frutas que habían traído para la ocasión.

Drax se quedó un poco apartado, observando la fiesta desde lejos, ya que todos los animales se alejaban de él cuando se acercaba. Pero pronto, el erizo, otro de los animales del bosque, fue a acercarse a Drax para saludarlo.

“¿Quieres bailar conmigo?” preguntó el erizo extendiendo su mano.

Drax se sintió emocionado y aceptó la invitación. Bailaron juntos durante mucho tiempo y, poco a poco, otros animales se fueron acercando al dragón para charlar y disfrutar de la fiesta.

Finalmente, llegó el tiempo de la comida y todos los animales se reunieron alrededor de una gran mesa llena de frutas y nueces. Drax había traído su propio tesoro para compartir y se sintió feliz de ver la alegría en la cara de los demás animales.

La fiesta continuó hasta tarde en la noche, y Drax se sintió contento de haber podido conocer a los animales del bosque y ser parte de su gran celebración anual.

Al final de la fiesta, Drax se despidió de los animales del bosque, en especial del erizo, quien se convirtió en su amigo cercano. Prometió volver a visitarlos próximamente y disfrutar juntos de otra gran fiesta.

Desde entonces, Drax se dedicó a visitar el bosque con más frecuencia y se convirtió en uno de los animales más queridos del bosque. Los demás animales aprendieron a conocerlo y aceptarlo y, gracias a su bondad y valentía, Drax se había ganado un lugar especial en el corazón de todos los habitantes del bosque.

Fin.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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