El Dragón y el Guerrero de la Luz

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El Dragón y el Guerrero de la Luz
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El Dragón y el Guerrero de la Luz. Había una vez un dragón poderoso y temido por todos los seres del reino. Su nombre era Dracul y su aliento de fuego era tan ardiente que podía reducir a cenizas a cualquier cosa a su paso. Su cuerpo estaba cubierto de escamas que lo protegían de cualquier ataque. Todos los habitantes del reino se alejaban cuando escuchaban al dragón rugir y así Dracul hacía lo que quería con su imponente presencia.

Dracul era infame por su ferocidad y cada noche salía de su cueva para volar por los cielos sembrando terror y miedo por donde pasaba. Aquellos que se atrevían a enfrentarse a él, pagaban caro su valentía, pues la furia del dragón no conocía límites.

Este dragón solía pasar por encima del bosque que rodeaba el castillo real, asustando a todos los animales que vivían allí. Pero un día, una pequeña cierva se sintió indignada por la invasión del dragón en su hogar y decidió hablar con el resto de los animales sobre cómo deshacerse de él.

Reunió a los pájaros del bosque, a los búhos y las ardillas, y les propuso tener una reunión para hablar sobre cómo lidiar con el temido dragón. Tras muchos debates y deliberaciones, los animales decidieron formar dos equipos. Uno de los equipos sería el encargado de distraer al dragón y haría todo lo posible para que Dracul no volviera a su cueva esa noche. El otro equipo se encargaría de ir en busca de la única arma en el reino que podría acabar con él: la espada de energía.

Las cerdas del rey habían sido las encargadas de custodiar la espada de energía durante muchos años. Era una espada mágica que se decía que podía cortar hasta el corazón más frío. Sin embargo, no se sabía su paradero actual y la búsqueda de esta espada podría llevar a los animales de aventuras.

Cuando la noche cayó, el equipo de los pájaros y las ardillas comenzaron a volar y saltar alrededor de Dracul. El dragón estaba tan ocupado intentando cazarlos que no se percató de la intriga del bosque. Por otro lado, el equipo que iba en busca de la espada de energía se aventuraba, explorando los límites del reino en busca de la espada mágica.

Después de horas de búsqueda, el equipo de búsqueda finalmente encontró la espada de energía en lo más profundo del bosque. Sin embargo, había un problema: la espada estaba custodiada por una de las más peligrosas criaturas mágicas que nunca nadie hubiera visto jamás. Se trataba de un ave fénix, de una magnitud que estaba más allá de lo que el equipo había imaginado.

La leyenda de que el ave fénix nunca envejece y renace de sus cenizas era popular en el reino. Ese animal podía destruirlo todo con sus alas, soltando fuego por los orificios de su cuerpo. Pero el equipo decidió enfrentarlo y, después de una feroz batalla, pudieron obtener la espada de energía.

Mientras tanto, el otro equipo seguía distrayendo a Dracul. El dragón estaba exhausto de tanto esfuerzo, pero no bajaba la guardia, pues sabía que el bosque escondía muchos misterios. De repente, escuchó un ruido que lo hizo voltear y vio un grupo de animales arrastrando una espada enorme en su dirección.

En cuanto Dracul vio la espada mágica, supo que estaba en peligro. Cogió aire con sus pulmones y lanzó una llamarada de fuego hacia ellos. Sin embargo, el equipo de los animales logró esquivar el ataque y se preparó para el contraataque.

Con un rugido, Dracul cargó hacia ellos abriendo sus fauces para lanzar otro estallido de fuego. Pero en ese momento, la espada de energía brilló intensamente, y cuando el dragón intentó atacar, la espada se clavó en su corazón.

Dracul dejó escapar un grito aterrador, y se desvaneció en el aire cuando sus escamas comenzaron a desmoronarse. El reino estaba por fin libre de su terror, y los animales celebraban victoriosamente.

La pequeña cierva se acercó a la espada de energía y la tomó. Agradeció a los animales por su valentía y les habló acerca de cómo trabajando en equipo y teniendo la determinación necesaria pueden lograr todos sus objetivos. Desde ese día en adelante, los animales del bosque vivieron en paz y Dracul se convirtió en leyenda.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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