El Dragón y la Aventura en el Valle de los Dinosaurios

Tiempo de lectura: 4 minutos

El Dragón y la Aventura en el Valle de los Dinosaurios
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El Dragón y la Aventura en el Valle de los Dinosaurios. Había una vez un curioso dragón llamado Alex, al que le gustaba explorar lugares desconocidos y vivir emocionantes aventuras. Un día, mientras volaba por los cielos, vio un valle verde y frondoso que nunca había visto antes. Decidió aterrizar en él para investigar y descubrió que era un valle lleno de dinosaurios.

Alex se sentía emocionado por haber descubierto un lugar tan interesante y decidido a explorarlo. Caminó entre los árboles hasta encontrarse con un Triceratops. El dragón estaba sorprendido al ver a aquel ser prehistórico caminando por el valle.

Alex se acercó al dinosaurio para tener una mejor mirada de él, y al acercarse, el Triceratops de inmediato miró al dragón con desconfianza.

—¡Alto ahí! No tienes permitido entrar a este territorio – Dijo el Triceratops con fuerza.

Alex, quien no era un dragón agresivo, decidió mantener la calma y explicar pacíficamente que él no tenía intenciones de hacer daño.

—Soy Alex, un dragón explorador. Solo estoy aquí para visitar y conocer este increíble lugar.

El Triceratops, viendo que el dragón no era una amenaza, se calmó un poco y comenzó a conversar con Alex.

—Bien, bien. Debes tener cuidado. Este lugar está lleno de peligros, debes ser precavido.

Alex agradeció el consejo y continuó su exploración. Mientras caminaba por el valle, encontraba nuevos dinosaurios y era cada vez más cautivado por el paisaje que veía. Había Stegosaurios, Pteranodons, Velociraptors y muchos otros.

De repente, mientras se adentraba en el bosque, un fuerte temblor sacudió la tierra. Los pájaros comenzaron a volar en todas direcciones y los dinosaurios a correr. Alex no sabía qué estaba pasando, pero tenía que averiguarlo. Entonces, comenzó a caminar en dirección al epicentro del temblor.

Después de unos minutos, vio lo que estaba causando el terremoto. Un enorme Tyrannosaurus rex estaba corriendo furiosamente, destruyendo árboles y todo lo que estaba en su camino.

Alex sabía que no era lo suficientemente fuerte como para enfrentar a un depredador tan grande, por lo que decidió esconderse detrás de una Roca cercana a la ruta que seguía el dinosaurio.

Mientras estaba detrás de la piedra, Alex notó que algo estaba mal. El T-rex no estaba solo, se estaba acercando a una manada de Apatosaurios. El cutícula de sus cuerpos temblaba cuando sus gigantes cuerpos salían de los árboles. El T-rex rugió y cargó contra los Apatosaurios.

Alex se asustó al ver que los pequeños dinosaurios bebé de la manada corrían tratando de escapar de los abrumadores golpes del depredador.

— ¡Alto ahí! – Gritó Alex mientras tomaba aire y se lanzaba sobre el T-rex.

Alex lo agarró de la cola y comenzó a arrastrarlo fuera del camino de los Apatosaurios.

—¡Déjame! – gritó el T-rex luchando por liberarse.

Alex se mantuvo fuerte. Sabía que debía proteger a la manada. Finalmente, el T-rex se liberó y giró brutalmente, sus enormes garras destrozando los árboles cercanos.

Alex tuvo una idea. Voló hacia el cielo y luego regresó a toda velocidad, lanzándose contra el T-rex. El dragón chocó contra la cabeza del depredador, enviándolo a caer al suelo.

El T-rex comenzó a levantarse cuando Alex se lanzó de nuevo, esquivando hábilmente los ataques del dinosaurio y golpeándolo una vez más en la cabeza. Esta vez, el T-rex no se levantó.

Después del incidente, los Apatosaurios bebé regresaron cautelosamente a sus padres, mientras las lagrimas de emoción caían de los ojos de Alex. Había salvado a la manada.

A partir de ese momento, Alex decidió que cuidaría de todos los dinosaurios del valle. Con movimientos habiles y rápidos, salvó de muchas formas a la vida en el valle. Los dinosaurios comenzaron a confiar en él, y se corrió la voz sobre el protector del valle.

Y así, la leyenda de Alex, protector del valle de los dinosaurios, se fue extendiendo a lo largo de los años. Los dinosaurios contaban historias de él a sus crías, y los dragones contaban alrededor del mundo la historia del valle y el dragón que lo protegió. Alex se convirtió en una leyenda, un protector y un amigo de la vida prehistórica. Una leyenda que jamás se olvidaría en aquel valle verde y frondoso, y que siempre sería recordado como Alex, el protector de dinosaurios.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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