El Dragón y la Princesa de los Pájaros

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El Dragón y la Princesa de los Pájaros
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El Dragón y la Princesa de los Pájaros. Había una vez un dragón solitario que vivía en una cueva en lo alto de la montaña. A pesar de que tenía grandes tesoros y era respetado y temido por todos los habitantes del reino, se sentía triste y vacío por dentro.

El dragón solía pasar sus días sentado en un montón de oro y piedras preciosas, contemplando el paisaje y pensando en su existencia solitaria. A menudo, deseaba tener un amigo con quien compartir sus riquezas y su vasto conocimiento del mundo.

Un día, mientras volaba por los cielos en busca de alimento, el dragón avistó a una pequeña aldea que nunca había visto antes. Decidió acercarse para inspeccionarla y vio a un grupo de niños jugando alegremente.

El dragón se sintió curioso y decidió acercarse a ellos con mucho cuidado, ocultando sus grandes alas y su voluminoso cuerpo detrás de los árboles. El niño más pequeño lo vio y gritó de emoción, señalando su dedo hacia el dragón.

El dragón comprendió que los niños lo veían como un ser mágico y peligroso, y decidió retroceder en su mundo solitario. Pero no pudo evitar pensar en la alegría que sintió el niño al verlo.

El dragón decidió volver a la aldea al día siguiente, pero esta vez volando alto en el cielo para que nadie lo viera. Desde su escondite, observó a los niños mientras jugaban y se divirtieron, sin notar su presencia.

Durante los días siguientes, el dragón voló sobre la aldea todas las tardes, observando a los niños mientras jugaban. Comenzó a sentirse cada vez más atraído por su alegría y felicidad, y anhelaba unirse a ellos.

Finalmente, un día el dragón se decidió y se acercó a los niños. En lugar de asustarlos, se presentó amablemente y comenzó a hablarles.

Los niños, aunque inicialmente asustados, pronto aprendieron que el dragón no era peligroso y comenzaron a hablar con él. El dragón contó historias fascinantes y les enseñó cosas sobre el mundo. Los niños se enamoraron del dragón y lo hicieron su amigo.

El dragón estaba emocionado de tener amigos y se dio cuenta de lo mucho que había estado perdiendo. Poco a poco comenzó a visitar más la aldea y se convirtió en un amigo fiel de los niños.

Con el tiempo, el dragón se volvió más y más popular en la aldea. La gente empezó a preguntar por él y pronto todos conocían al dragón que visitaba a los niños y contaba historias en los campos.

El dragón disfrutaba de su nueva vida en la aldea y se sentía más feliz que nunca. Pero pronto se dio cuenta de que su presencia era peligrosa para los aldeanos que habían aprendido a quererlo.

El dragón sabía que tenía que encontrar un nuevo hogar, pero no quería dejar atrás a sus amigos en la aldea. Decidió que la única solución era buscar a alguien que pudiera ayudarlo a construir un nuevo hogar lejos de la aldea.

El dragón voló durante días hasta encontrar a un viejo mago que se había retirado del mundo humano. El mago le ofreció construir un nuevo hogar en el bosque, lejos de la aldea, donde el dragón podría tener la paz que necesitaba.

Juntos, el dragón y el mago construyeron una nueva cueva en el bosque, llena de comodidades y comodidades. El dragón estaba feliz de tener un nuevo hogar, pero también triste por tener que partir.

Antes de partir, el dragón decidió hacer algo especial por sus amigos. Les dejó un gran tesoro en la aldea, como una muestra de su amistad y amor. También les regaló el conocimiento y la sabiduría que había adquirido en su larga vida.

Los niños y la gente de la aldea se despidieron del dragón con lágrimas en los ojos cuando partió por última vez. Pero sabían que el dragón había encontrado la felicidad que tanto había deseado y que había dejado un legado importante en la aldea.

El dragón voló hacia su nuevo hogar en el bosque, sabiendo que había encontrado algo más importante que los tesoros o la fama: la amistad y el amor de las personas que lo apreciaban. Con esta alegría en su corazón, el dragón se instaló en su nueva hogar, listo para explorar nuevos horizontes y vivir más aventuras.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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