El gato negro y la luna llena de Halloween

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El gato negro y la luna llena de Halloween
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El gato negro y la luna llena de Halloween. Érase una vez, en un pequeño pueblo rodeado de bosques, había un hermoso gato negro llamado Amadeus. Era un gato muy especial, pues tenía el poder de hablar y de transformarse en cualquier cosa que quisiera. Sin embargo, a pesar de su habilidad para cambiar de forma, había algo que lo hacía sentir especial: la luna llena de Halloween.

Amadeus había nacido en una noche de luna llena de Halloween, y desde entonces se sentía especialmente unido a ella. Por eso, cada año, cuando llegaba esta fecha, el gato negro se levantaba temprano para prepararlo todo para la gran noche que se avecinaba.

Un año, mientras se preparaba para la fiesta de Halloween, Amadeus escuchó un ruido extraño en el bosque cercano. Sin dudarlo ni un segundo, se transformó en un búho y voló hacia allí. Al llegar, se encontró con una pequeña niña que lloraba desconsoladamente. Al verla, Amadeus se transformó en un gato de nuevo y se acercó a ella.

– ¿Por qué lloras, pequeña? -preguntó el gato negro, acariciando su mano.

– He perdido a mi perrito en el bosque -respondió la niña, sollozando-. Lo he buscado por todas partes, pero no lo encuentro.

Amadeus no podía permitir que un ser tan pequeño y vulnerable como ella pasara miedo en el bosque oscuro. Así que, sin pensarlo dos veces, se transformó en un sabueso y comenzó a buscar al perrito.

Después de un rato de buscar, Amadeus encontró a la mascota perdida de la niña. Estaba asustado y temblaba, pero al ver a Amadeus se tranquilizó. El gato negro recogió al perrito en sus brazos y se lo llevó de vuelta a la niña.

– ¡Gracias, gracias! -exclamó la pequeña, abrazando a su perrito-. ¿Cómo te llamas?

– Me llamo Amadeus, pero puedes llamarme Ami -contestó el gato negro, sonriendo.

– ¡Muchas gracias, Ami! -dijo la niña, tan agradecida que ofreció una invitación especial al gato negro a su casa para una cena deliciosa de Halloween.

Amadeus aceptó la invitación de la niña y juntos disfrutaron de una velada llena de risas y dulces de Halloween. La pequeña se divirtió muchísimo con la ayuda de Amadeus, que se transformó en un mago y la sorprendió con trucos de magia increíbles.

Cuando llegó la hora de marcharse, la niña se despidió de Amadeus con un cariñoso abrazo. El gato negro se volvió a transformar en un búho y, al despedirse, la niña descubrió que Amadeus tenía un collar muy especial.

– ¿Qué es eso, Ami? -preguntó la niña señalando el collar.

– Es un amuleto de la luna llena de Halloween -le explicó Amadeus-. Es mi regalo para ti. Si lo llevas puesto cada Halloween, siempre estaré contigo.

La niña se puso muy feliz y emocionada con el regalo. Le agradeció a Amadeus y prometió usar el amuleto en cada noche de Halloween.

A partir de entonces, cada año, en la luna llena de Halloween, Amadeus se transforma en un collar mágico que brilla en la oscuridad. La niña lo lleva puesto y siente la compañía de su amigo el gato negro, quien la protege en cada Halloween.

Y así, en cada Halloween, los niños y niñas del pueblo ven con admiración el collar de la niña que brilla en la oscuridad, y saben que es el regalo que le hizo el gato negro que vive en los bosques del pueblo.

Porque, aunque nadie lo sepa, en cada Halloween, Amadeus se transforma en un collar mágico para estar con su amiga y protegerla en cada noche de miedo y dulzura.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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