El Gato y la Ciudad de los Juguetes. Érase una vez un gato llamado Merlín. Vivía en la ciudad con su familia y pasaba sus días durmiendo bajo el sol del mediodía, cazando ratones en la oscuridad de la noche y explorando las callejuelas estrechas de la ciudad. Había nacido allí y no había conocido otra vida. Pero un día, mientras deambulaba por las calles, vio algo que le llamó la atención. Era una tienda de juguetes.
Merlín nunca había visto una tienda de juguetes antes. Pero las ventanas de la tienda estaban llenas de juguetes brillantes y coloridos, y la puerta estaba abierta de par en par. Curioso, Merlín se acercó a la tienda y entró. Dentro, encontró un mundo mágico de juguetes de todo tipo: pelotas rebotando, muñecas que cantaban, coches de carreras y robots que parpadeaban con luces brillantes.
Merlín se encontraba tan emocionado que se tumbó al lado de las pelotas. Entonces, al oír un ruido, saltó del susto y vio que alguien se acercaba. Era el dueño de la tienda de juguetes, un anciano simpático y de voz suave que llevaba una bata y una barba blanca larga como la nieve.
«¡Oh, hola!» dijo el anciano, sonriendo. «No te había visto entrar aquí antes. ¿Eres nuevo en la zona?»
Merlín asintió con la cabeza, sin dejar de mirar los juguetes.
«Bueno, siéntete libre de mirar alrededor», dijo el anciano, moviéndose detrás del mostrador. «Estás en la Ciudad de los Juguetes, donde todos tus sueños de infancia pueden hacerse realidad».
Merlín no podía creer lo que oía. Pero el anciano tenía razón. Merlín se deslizó por los pasillos, examinando cada juguete. Jugueteó con un oso de peluche gigante, jugó al ajedrez con piezas de madera y descubrió un juguete que era exactamente de su talla: una casa de muñecas.
Merlín se divirtió como un gatito con todos los juguetes y no quería salir de allí. Sin embargo, comenzaba a oscurecer y Merlín se dio cuenta de que había perdido la nocion del tiempo. Y lo peor de todo, no conocía el camino de regreso a casa. El gato empezó a maullar desesperadamente y corrió hacia el anciano, que le acarició suavemente la cabeza.
«No te preocupes, amigo», dijo el anciano. «Te ayudaré a encontrar el camino».
Y así, el anciano envolvió a Merlín en un abrazo reconfortante y lo llevó fuera de la tienda a la calle.
«Debes seguir este camino hasta la esquina», le dijo el anciano señalando hacia la izquierda. «Luego, gira a la derecha y continúa por tres cuadras más. Allí encontrarás tu hogar.»
Merlín le dio las gracias al anciano y se alejó corriendo. Siguió las direcciones de el anciano y en poco tiempo, llegó a casa.
Desde aquel entonces, Merlín visitó la Ciudad de los Juguetes a menudo. Todos los días se acercaba a la tienda y el anciano lo saludaba con una sonrisa amistosa. Merlín comenzó a explorar cada rincón de la Ciudad de los Juguetes, probando nuevos juguetes, haciendo nuevos amigos y disfrutando de la alegría de la Ciudad de los Juguetes.
Un día, mientras visitaba la tienda, Merlín vio que la plaza estaba llena de gente. La gente estaba agachada, capturando algo sobre el suelo. Curioso, Merlín se acercó a ver de qué se trataba. Allí estaba un gatito pequeño y asustado que no sabía cómo volver a casa. Merlín sintió que debía ayudar al gatito a encontrar su camino.
Le ofreció su ayuda y juntos lo buscaron por toda la ciudad, rodeados de juguetes con las luces parpadeantes del lugar, ventanales y colores por doquier. Finalmente, el gatito encontró el camino de vuelta a su hogar. Feliz por haber ayudado a su nuevo amigo, Merlín decidió hacer algo por la Ciudad de los Juguetes para devolver todo lo que había recibido.
Merlín pensó en cómo podría ayudar a la Ciudad de los Juguetes y se dio cuenta de que podía encontrar a otros gatos que necesitaran ser guiados en la dirección correcta. A partir de aquel día, Merlín se convirtió en el guía de los gatos perdidos de la ciudad.
Merlín se sintió feliz al poder ayudar a los demás. Dejar su zona de confort y empaparse de todo lo que la Ciudad de los Juguetes le podía dar le permitió encontrar su propósito en la vida. Por esa razón, nunca dejó de visitar la Ciudad de los Juguetes.