El Gran Concurso de Comida para Ratones. Érase una vez en un pequeño rincón de un gran jardín, una familia de ratones que se la pasaba buscando comidas deliciosas. Para su suerte, un día se enteraron del Gran Concurso de Comida para Ratones. Mamá Ratona, Papá Ratón y sus hijos Morti y Tito, sintieron un gran entusiasmo por competir y ganar.
El primer paso era elegir un ingenioso nombre para su equipo. Después de mucha deliberación, se decidieron por los «Ratones Glotones». Tenían una ideología simple pero efectiva, comerían más de lo que pudieran y así ganarían.
El gran día llegó, y decenas de equipos de ratones de todos los rincones del jardín se habían congregado en el lugar. El jurado era una selección muy distinguida de ratones, incluyendo aquellos de la sociedad, famosos chefs de ratones e incluso algunas ratas graciosas.
Cada equipo de ratones tendría que preparar su mejor plato para ser degustado por el jurado. Los Ratones Glotones comenzaron a trabajar de inmediato. Mamá Ratona se encargaría del guisado de queso, papá Ratón de hacer un pastel de zanahoria y sus hijos Morti y Tito de la ensalada de frutas.
La cocina comenzó a llenarse con el aroma del guisado de queso mientras se cocinaba en la olla. Papá Ratón decidió agregar un toque especial al pastel de zanahoria, así que añadió un poco de queso rallado en la mezcla.
Mientras, Morti y Tito escogieron las frutas más dulces y jugosas para su ensalada. Todo estaba listo y pronto llegó la hora de servir a los jueces.
Los Ratones Glotones ofrecieron su plato con gran entusiasmo, pero los jurados seguían un ritmo impresionante, la degustación era rápida e imparcial, y pronto el momento de la verdad había llegado.
1,2,3…el jurado tomó su decisión. El equipo Ratones Glotones estaba ansioso de saber qué pasaría, cuando el jurado anunció: «¡Los Ratones Glotones son los ganadores del Gran Concurso de Comida para Ratones!».
La familia de ratones saltó de alegría al escuchar su nombre. Habían ganado un increíble premio lleno de comida perfecta para ratones glotones. No podían esperar para planear su siguiente gran comida.
Después del concurso, los Ratones Glotones quisieron compartir con los demás ratones la técnica secreta que les ayudó a ganar. Decidieron invitar a todos los equipos para que disfrutarán de una cena juntos. Cada equipo trajo su mejor plato, y juntos disfrutaron de una gran comida y una gran convivencia que se extendió hasta la noche.
Desde aquel día las familias de ratones del jardín comenzaron a crecer en una fuerte amistad, gracias a que todos pudieron disfrutar juntos de una deliciosa cena.
Los Ratones Glotones, ahora eran los chefs más celebrados por todos los demás ratones. Cada año había un gran concurso, pero la amistad y el amor que se creaban en ese día eran la recompensa más grande para ellos.
Desde ese día en adelante, el Gran Concurso de Comida para Ratones no era sólo un evento para ver quién ganaría, sino una oportunidad para que todos los ratones se unieran y disfrutaran los grandes talentos culinarios que cada equipo tenía para ofrecer.
La lección que los ratones aprendieron es que la comida y la diversión se disfrutan mucho más en buena compañía, compartiendo amor y cariño.