El León en el Concurso de Ciencias de la Escuela. Érase una vez en la selva, un grupo de animales que siempre estaban trabajando juntos para sobrevivir. Había conejos ágiles, monos inteligentes, jirafas altas, cebras hermosas y muchos otros. Pero había un animal que era el rey de la selva y todos lo respetaban: El León.
El León era un animal majestuoso, fuerte y sabio. Todos los habitantes de la selva le temían, pero también lo admiraban. Siempre estaba atento a todo lo que sucedía en la selva y velaba por la seguridad de todos.
Un día, El León anunció que se llevaría a cabo un Concurso de Ciencias en la escuela de la selva. Todos los animales estaban emocionados por el evento, especialmente porque, por primera vez, se permitiría la participación de todos los animales, sin importar su tamaño o habilidades.
Cada animal comenzó a trabajar en su proyecto para el concurso. El Conejo, que siempre había sido muy rápido y ágil, decidió hacer un proyecto sobre la medición de la velocidad. La Jirafa decidió hacer un experimento sobre la importancia de la altura en la selva y la Cebra decidió hacer un estudio sobre los diferentes patrones de rayas de los animales.
Todos los animales trabajaban arduamente en sus proyectos, excepto la tortuga. La pequeña tortuga era muy lenta y no sabía cómo participar en el concurso. Todos los demás animales se reían de la tortuga y ella se sintió muy triste. Pensó que no tenía ninguna oportunidad de ganar el concurso.
El día del concurso llegó y todos los animales se reunieron en la escuela de la selva. El León dio la bienvenida a todos y explicó las reglas del concurso. Los animales presentaron sus proyectos uno por uno frente al público.
El Conejo presentó su proyecto sobre la medición de velocidad y todos quedaron impresionados con la rapidez del conejo. La Jirafa presentó su experimento sobre la importancia de la altura y dejó claro por qué era la animal más alta de la selva. La Cebra presentó su estudio sobre los patrones de rayas y todos quedaron sorprendidos por la variedad de patrones que existían.
Finalmente, llegó el turno de la tortuga. La tortuga se acercó tímidamente al escenario y explicó que, aunque era muy lenta, había trabajado duro en su proyecto. La tortuga presentó su innovador experimento sobre cómo la paciencia podía ser una gran fuerza en la vida. Explicó cómo, a pesar de su lentitud, siempre había logrado llegar a su destino y nunca se había dado por vencida.
Todos los animales quedaron conmovidos por la presentación de la tortuga y comenzaron a aplaudir. Incluso El León se puso de pie y felicitó a la tortuga por su gran esfuerzo y creatividad.
Después de todas las presentaciones, llegó el momento de anunciar al ganador del Concurso de Ciencias de la Escuela. Todos los animales estaban ansiosos por saber quién había ganado. El León anunció que el ganador del concurso era la tortuga.
Todos los animales quedaron sorprendidos al escuchar esto, pero luego se dieron cuenta de que la tortuga había creado un proyecto innovador, interesante y muy importante para la vida en la selva.
La tortuga estaba tan feliz que comenzó a llorar de alegría. Todos los animales la felicitaron y la abrazaron. La tortuga se sintió muy agradecida de que todos hubieran aceptado su proyecto y la hubieran apoyado en su esfuerzo.
Desde ese día, la tortuga se convirtió en un modelo a seguir para todos los animales de la selva. La paciencia, la perseverancia y la creatividad no dependían del tamaño ni de la habilidad, sino de la actitud y el esfuerzo. Y así, con la ayuda de El León, los animales entendieron que todos eran iguales y que podían trabajar juntos para crear una selva mejor y más harmoniosa para todos.