El León y la Lección de Amistad

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El León y la Lección de Amistad
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El León y la Lección de Amistad. Érase una vez en la sabana africana, un león llamado Leo, quien era el rey de la selva. Leo era un león muy solitario, y aunque tenía muchos animales a su alrededor, no tenía amigos en quien confiar. Todos los animales en la selva temían al león, y lejos de acercarse a él, evitaban su presencia.

Un día, Leo se encontró con una leona llamada Lía, quien estaba en apuros luego de haber tropezado con una piedra. Sin pensarlo, Leo corrió en su ayuda para socorrerla. Lía estaba asustada, ya que había escuchado hablar mal de Leo, incluso había llegado a pensar que él era malvado y peligroso.

Pero Leo no era malo en absoluto, y en cambio, le ofreció su ayuda y amistad. Lía se sorprendió cuando Leo le presentó a los demás animales, quienes lo habían evitado antes, pero al ver que Leo estaba haciendo algo bueno, los demás animales se acercaron a él y comenzaron a conocerlo como el león amigable y amistoso que en realidad era.

Leo y Lía se convirtieron en buenos amigos, y empezaron a hacer cosas juntos. Comenzaron a explorar la jungla, jugar juntos, y se convirtieron en el mejor equipo de caza de la selva. Los demás animales pronto se dieron cuenta de que Leo era un león amistoso y que habían juzgado mal, y comenzaron a verlo con nuevos ojos.

Pero un día, Lía se encontró en problemas otra vez. Esta vez se había perdido en la selva durante una tormenta. Leo iba a avisar a los demás animales y salir a buscarla, pero estaba preocupado por ella y sabía que no podía esperar, así que decidió ir a buscarla él mismo. La búsqueda fue difícil, pero Leo no se rindió, y finalmente encontró a Lía escondida entre unos arbustos.

Lía estaba muy agradecida, pero Leo estaba enojado con ella. Le explicó que no debería haber salido sola en una tormenta, y que siempre debía ser cuidadosa. Lía se sintió mal por haberle causado preocupación y le pidió perdón.

Leo le explicó que lo importante era que nunca dejara que su temor a algo le impidiera pedir ayuda. Le dijo que, aunque estuviera sola, siempre podría contar con él y con sus amigos de la selva para ayudarla en cualquier momento. Lía se sintió muy agradecida de tener a un amigo como Leo, y prometió siempre estar en contacto con él.

De nuevo reunidos en la selva, Lía le agradeció a Leo su lección de amistad. Prometieron que siempre serían amigos, y que explicarían a los demás animales de la jungla que Leo era un león amigable.

De ahora en adelante, todos los animales comenzaron a ver a Leo como un amigo, y pronto la selva se llenó del sonido de risas, juegos y amistad. Leo y Lía se convirtieron en los líderes de su grupo de amigos, y la selva nunca volvió a estar en silencio.

Y entonces, la sabana africana tuvo la suerte de aumentar su familia, al sumar a dos leones amigos que se amaban y se apoyaban en cada momento de la vida. Cada día, Leo y Lía enseñan a los demás animales de la selva la importancia de tener amigos, y de no juzgar mal a alguien sin conocerlo.

Porque en la selva, también se aprenden valiosas lecciones de amistad y de amor, y se descubre que la verdadera fortaleza de un ser vivo no depende de su tamaño, sino de su corazón.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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