El Lobo y el Reino de las Nieves. Érase una vez, en un reino cubierto de nieve y hielo, vivía un lobo blanco llamado Nieve. Nieve vivía en una cueva en lo alto de una montaña y desde allí veía todo el reino, desde el bosque de abedules hasta las montañas nevadas. Nieve era el rey de todas las criaturas del reino de las nieves y todos le respetaban.
Un día de invierno, mientras Nieve estaba cazando en un bosque cercano, escuchó un aullido lejano. El sonido provenía de un pelaje negro, pero Nieve nunca había visto a un lobo negro en su reino. Con curiosidad, Nieve siguió el aullido hasta que llegó a una cueva donde encontró a un lobo negro temblando de frío.
El lobo negro le explicó a Nieve que había venido de un reino lejano y que había perdido su camino. Había estado vagando durante días en busca de un lugar donde refugiarse del frío, pero sin éxito. Nieve se sintió compadecido del lobo negro y le ofreció quedarse en su cueva hasta que las condiciones climáticas mejoraran.
Con el tiempo, Nieve y el lobo negro se hicieron amigos y comenzaron a recorrer juntos el reino de las nieves. Nieve mostraba al lobo negro los lugares más hermosos del reino mientras el lobo negro le enseñaba a Nieve cómo sobrevivir en un clima más cálido. Juntos, habían creado una amistad que era fuerte y resistente como el hielo.
Sin embargo, no todos en el reino de las nieves estaban felices de que un lobo negro viva allí. Un día, mientras Nieve y el lobo negro cazaban juntos en el bosque, una manada de lobos blancos apareció y rodeó a Nieve y al lobo negro. Los lobos blancos les acusaron de traición y les dijeron que debían abandonar el reino de las nieves.
Nieve trató de explicar que su amistad con el lobo negro era pura y sincera, pero los lobos blancos no estaban dispuestos a escuchar. Nieve y el lobo negro fueron expulsados del reino de las nieves y se vieron obligados a buscar refugio en otro lugar.
Pasaron muchos meses y Nieve y el lobo negro se habían acostumbrado a su nueva vida fuera del reino de las nieves. Habían encontrado un lugar seguro para vivir y habían formado una nueva manada con otros lobos de diferentes colores.
Un día, Nieve recibió un mensaje de la reina de las nieves. Le dijo que había escuchado sobre la amistad de Nieve y el lobo negro y que quería conocerlos en persona y que les permitiría regresar al reino de las nieves.
Nieve y el lobo negro emocionados aceptaron la invitación y pronto se encontraron en presencia de la reina de las nieves. La reina explicó que había oído hablar de la valentía de Nieve al darle la bienvenida al lobo negro y que había decidido que era hora de que todos aprendieran la importancia de la verdadera amistad.
Los lobos blancos se sintieron avergonzados por su comportamiento y ofrecieron disculpas a Nieve y al lobo negro. La reina de las nieves les dio la bienvenida de nuevo al reino de las nieves y la manada completa pudo vivir allí juntos en armonía y paz.
A partir de entonces, Nieve se convirtió en un rey aún más sabio y querido por todos, y el lobo negro en un miembro respetado de la manada. Y, aunque existían diferencias de color entre ellos, todos los lobos habían aprendido que la verdadera amistad y el corazón bueno importaban más que cualquier otra cosa. Y desde todo punto de vista, el reino de las nieves floreció como nunca antes lo había hecho.
