El picnic de los osos en la montaña. Érase una vez, en una hermosa montaña rodeada de árboles y flores, vivían los osos más simpáticos y juguetones de todo el bosque. Los osos siempre estaban buscando nuevas aventuras y disfrutaban de la naturaleza en todo su esplendor. Por eso, un día decidieron organizar un picnic en la cima de la montaña. Un gran evento al que invitarían a todos los animales del bosque.
El gran día llegó y los osos se pusieron manos a la obra. Prepararon todo lo que necesitaban para el picnic: hamacas, mantas, comida y bebida para todos los invitados. También colocaron unos grandes altavoces para que la música amenizara el ambiente.
Pronto empezaron a llegar los invitados: los conejos, los búhos, las ardillas, las aves y muchos más. Todos llegaban con sus platos de comida y bebida para compartir en el picnic. Los osos estaban emocionados, pues sabían que iba a ser una gran fiesta en la montaña.
El picnic empezó con una gran barbacoa. Los osos encendieron una hoguera y empezaron a cocinar las hamburguesas, las salchichas y las costillas. Todo el mundo estaba emocionado y el aire se llenaba del delicioso aroma de la comida.
Mientras se cocinaba la comida, los animales del bosque empezaron a jugar. Las ardillas trepaban por los árboles, los conejos corrían, las aves cantaban y los búhos observaban desde lo alto. Los osos también empezaron a jugar al fútbol y al voleibol con sus amigos.
Cuando la comida estuvo lista, todos se pusieron en fila para llenar sus platos. Era una gran mezcla de sabores y olores deliciosos: hamburguesas, costillas, patatas fritas, ensaladas, frutas y refrescos. Todos comían y bebían felices y comentaban cuánto estaban disfrutando de la naturaleza y los animales.
Después de la comida, los osos y los demás animales se sentaron en las hamacas para relajarse. La música seguía sonando y algunos animales se pusieron a bailar, otros a cantar y a tocar instrumentos. Era una gran fiesta en la montaña.
De repente, una pequeña ardilla se acercó a los osos y les preguntó: «¿por qué no organizan un concurso de talentos en el picnic? Sé que todos tenemos habilidades diferentes y sería divertido mostrarlas».
Los osos se emocionaron con la idea y llamaron a todos los animales para que participaran en el concurso. Una por una, las ardillas tocaron su flauta, las aves cantaron con sus hermosas voces, los conejos hicieron malabarismos con zanahorias y los búhos recitaron poesías. Los osos, por su parte, mostraron sus habilidades para bailar salsa y hacer tupidos.
El concurso fue muy divertido y al final se votó al mejor talento del bosque. Fue una difícil decisión, pero finalmente la ardilla que tocaba la flauta se llevó el primer lugar.
Con el concurso terminado, el sol empezó a ponerse y la noche cayó sobre la montaña. Los osos y todos los animales se reunieron alrededor de una hoguera y se pusieron a charlar y a contar historias. Después de un rato, todos empezaron a cansarse y decidieron que era hora de regresar a casa.
Los osos agradecieron a todos por venir al picnic y por pasar un día divertido y lleno de vida en la montaña. Los demás animales agradecieron a los osos por la organización del picnic y por haber hecho posible una gran fiesta en la naturaleza.
De vuelta a casa, todos los animales del bosque hablaban de lo divertido que fue el picnic. Los osos, en particular, hablaron de cómo disfrutaron al tener una gran fiesta rodeados de amigos y de lo importante que era para ellos la naturaleza y los demás animales.
Y así, el picnic de los osos en la montaña se convirtió en una tradición anual en el bosque. Una gran fiesta en la que todos los animales podían relajarse, disfrutar de la naturaleza y pasar tiempo juntos. Fue una hermosa lección de cómo vivir en armonía con la naturaleza y valorar a los demás seres vivos que habitan nuestro mundo.
