El regalo de la amistad

Tiempo de lectura: 4 minutos

El regalo de la amistad
¿PREFIERES UN AUDIOCUENTO?

Si prefieres, puedes escuchar el cuento mientras haces otras tareas

El regalo de la amistad. Érase una vez un pequeño pueblo en los límites de la selva, allí vivía un grupo de amigos que pasaban todo el tiempo juntos. Siempre se cuidaban unos a otros, se reían y se apoyaban en cada uno de los momentos difíciles, eran amigos desde la niñez y la amistad que compartían era tan fuerte que siempre les parecía que el tiempo no pasaba.

En el pueblo, cada año se celebraba una feria en la que se reunían personas de todo el país para participar en juegos y comer una gran variedad de deliciosos alimentos. Los amigos esperaban con ansias llegar a la feria, sabían que allí se divertirían mucho juntos, y este año no sería diferente.

Sin embargo, había algo que esta vez sería diferente para los amigos, su amistad sería puesta a prueba más que nunca antes.

En la entrada de la feria, estaba un letrero gigante iluminado con luces de colores que decía «El laberinto de la amistad». Los amigos se preguntaron lo que podría ser, pero no pudieron resistirse a la curiosidad y entraron.

El laberinto era impresionante, con muros altos que los separaban y los guiaban por diferentes caminos. Lo especial del laberinto era que se construyó de tal manera que solo podían avanzar en su camino si trabajaban juntos. A veces necesitaban juntar sus fuerzas para mover objetos pesados, otras veces era necesario mantener una cadena humana para cruzar abismos peligrosos. Sin duda, era un buen reto para amigos tan unidos.

Pero, después de un tiempo, se dieron cuenta de que el laberinto no era solo un juego, sino una metáfora que les mostraba el valor de su amistad y lo importante que era trabajar juntos para sobrevivir y superar obstáculos.

De repente, se encontraron ante una gran pared de ladrillos que parecía ser el final del laberinto. Se dieron cuenta de que tenían que escalarla para poder salir, pero sin la ayuda de cada uno de ellos, la tarea parecía imposible.

La pared era bastante alta y los amigos no estaban seguros de cómo podrían lograrlo sin la ayuda de un tercero. De repente, se escuchó un llamado en el sueño, que provenía de un anciano que estaba sentado a un lado del laberinto y los estaba observando.

El anciano les explicó que había visto a muchos grupos de amigos, al igual que ellos, entrar al laberinto pero nunca salían como amigos. Siempre terminaban peleando entre sí y culpa del egoísmo y falta de cooperación. Pero vio en ellos que eran diferentes y que la amistad que compartían era algo valioso y mucho más fuerte que cualquier pared.

El anciano les entregó un cofre y les dijo que contenía la clave para escalar la pared y salir de ahí. Pero había un problema, solo podían elegir entre dos opciones, la primera era que uno de ellos podía tomar la llave y salir del laberinto, teniendo una ventaja y dejando a los demás atrás o la segunda, trabajar juntos para superar el obstáculo.

Los amigos se dieron cuenta de que la verdadera riqueza que tenían no era la llave, sino la amistad que habían construido juntos. Sin dudarlo, tomaron la segunda opción.

Comenzaron a trabajar juntos, cada uno colocando sus manos y pies en la pared para ayudarse mutuamente a subir. Fue un trabajo duro, se cayeron varias veces, pero siempre se levantaron y siguieron adelante.

Finalmente, con el esfuerzo de todos, lograron escalar la pared y salir del laberinto. Una vez allí, el anciano les entregó el cofre y cuando lo abrieron encontraron un arcoíris de colores brillantes.

El anciano les explicó que el regalo de la amistad no es algo que se puede comprar, es algo que se construye y se valora. Sus sentimientos hacia los demás, la lealtad y la cooperación son el verdadero regalo que puede hacer crecer una amistad fuerte y duradera.

Los amigos de verdad siempre estarán dispuestos a ayudarte en cualquier situación y no esperan nada a cambio. El valor de la amistad se encuentra en cada uno de nosotros y solo necesitamos estar abiertos a recibirla y entregarla con el mismo corazón y alma.

Los amigos se abrazaron y sabían que su amistad había sido puesta a prueba y habían pasado la prueba con éxito. Se dirigieron juntos a la feria una vez más, pero esta vez sabían que su amistad estaba más fuerte que nunca.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
El regalo de la amistad
¿Te ha gustado «El regalo de la amistad»?
¡Compártelo con tus amigos!
Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
Imprimir