El secreto del caballo de fuego. Había una vez, en un reino muy lejano, un caballo tan veloz que parecía estar hecho de fuego. Este caballo era el orgullo del rey, quien lo había criado desde potro y lo había entrenado para superar cualquier obstáculo.
Pero detrás del éxito del caballo de fuego, había un secreto. El rey había hecho un pacto con un mago oscuro, quien había hechizado al animal con un conjuro que lo hacía irresistible a cualquier persona que lo montara. Sin embargo, también lo hacía perder el control y llevar al jinete a lugares peligrosos sin que pudiera detenerse.
El rey quería ganar todas las carreras y demostrar su poder ante los demás reinos, pero no sabía del peligro que su caballo representaba para aquellos que lo montaban.
Cierto día, un joven llamado Simón llegó a la corte del rey en busca de trabajo. Él había conocido a personas que hablaban del caballo de fuego y deseaba montarlo alguna vez. Al ser un jinete experimentado, Simón llamó la atención del rey, quien lo contrató como su nuevo caballero.
Con el tiempo, Simón descubrió el gran secreto detrás del caballo de fuego. Sabía que no debía montarlo, pero su deseo de sentir la velocidad del animal era más fuerte que su sentido común.
Una noche, Simón escapó de su habitación en el castillo y se dirigió hacia las cuadras. Allí encontró al caballo de fuego, que lo miró con ojos brillantes y su reluciente pelaje castaño encendido como un fuego.
Simón acarició el cuello del caballo y sintió su corazón latir con fuerza. Sin pensarlo dos veces, subió al animal y partió a toda velocidad.
A medida que avanzaban, Simón sintió que el caballo perdía el control y lo llevaba a lugares cada vez más peligrosos. Por más que intentaba detenerlo, no podía.
Finalmente, el caballo llegó a un río profundo y turbulento. Simón intentó saltar, pero el animal se detuvo en seco y lo arrojó al agua.
Herido y mareado, Simón se arrastró hasta la orilla y se dio cuenta de la verdad detrás del caballo de fuego. Sabía que debía proteger a los demás jinetes de este peligro y decidió contarle al rey el secreto detrás del éxito del animal.
El rey no podía creer lo que Simón le contaba. Había puesto en peligro la vida de muchos jinetes por el bien de su ego y su reinado. Decidió deshacerse del caballo de fuego, pero no sabía cómo hacerlo sin llamar la atención.
Simón le sugirió que hiciera una carrera con el mejor caballo de otro reino. Así, el caballo de fuego sería desplazado por uno más veloz y el rey no tendría que preocuparse por el peligro que representaba.
El rey aceptó la idea y organizó una carrera. El caballo de fuego demostró su velocidad, pero finalmente fue vencido por el nuevo caballo.
A pesar de la decepción del rey, Simón se sintió aliviado al ver que el secreto del caballo de fuego había sido revelado y el peligro había pasado.
Con el tiempo, el rey aprendió la lección y se dedicó a construir su reinado sin recurrir a la manipulación y los engaños. Simón, por su parte, se convirtió en un caballero respetado y reconocido por su valentía y honestidad.
El caballo de fuego se fue envejeciendo y con cada día que pasaba su pelaje causaba menos efecto en las personas, más bien les causaba miedo por su poder y por lo que había causado en el pasado. Hasta que llegó el día en en que el rey sabia que debía hacer lo correcto, llevar el caballo lejos, lejos del reino, y así alejarlo de lugares donde pudieran montarlo y lastimarse.
El caballo de fuego se convirtió en leyenda, en la historia del reino donde la ambición de un rey casi causa la vida de muchos. Pero también es la historia de cómo la verdad y la integridad triunfaron sobre las mentiras y la traición.
