El susto de las arañas gigantes de Halloween. Érase una vez, en un pequeño pueblo llamado Villa Halloween, donde todo el año se celebraba la fiesta más aterradora de todas, vivía una pequeña niña llamada Marta. Marta era una niña curiosa y valiente que no le temía a nada, pero como todo niño, también tenía miedo a algunas cosas. En el caso de Marta, eran las arañas. Las arañas le causaban pavor, su corazón se aceleraba tan pronto como veía una cerca.
Marta solía jugar con sus amigos y explorar el pueblo, pero llegó el día de Halloween, y todo el pueblo se preparaba para la celebración. El día de Halloween siempre fue un día muy especial para Marta, tanta emoción y aventuras le esperaban. Pero, este año, algo era diferente. Marta empezó a tener pesadillas con arañas gigantes que la perseguían y solía despertarse empapada en sudor. Las pesadillas eran tan vívidas y realistas que Marta no podía dormir.
Esa noche, antes de salir a la fiesta de Halloween con sus amigos, Marta decidió tomar una siesta para descansar un poco, pero en su sueño, las arañas gigantes la persiguieron de nuevo. Esta vez, estaba en un bosque oscuro, no sabía qué hacer, comenzó a correr y correr, pero las arañas no se detenían, hasta que llegó a una pequeña cueva. Entró y se escondió, sintiéndose segura, pero cuando salió de la cueva, se asombró. Había una enorme tela de araña con arañas gigantes de colores. Marta estaba asustada, no podía moverse, pero cuando vio que algunas de las arañas se movían queriendo acercarse, tomó una decisión para enfrentar sus miedos.
Marta despertó sudando, pero esta vez, no sintió miedo, tenía claridad en su mente y sabía qué hacer. Marta decidió enfrentarse a sus miedos en esa noche de Halloween, sabía que no sería fácil, pero con coraje lo lograría.
Marta se arregló para la fiesta, y su disfraz de unicornio pálido le permitió sentirse segura, pero aún así, no dejaba de pensar en las arañas gigantes de su sueño.
Al llegar a la fiesta, sus amigos la recibieron con entusiasmo, pero notaron que algo la inquietaba a su amiga, y decidieron preguntarle. Marta les contó todo sobre sus miedos con las arañas y lo que sucedió en su sueño. Sus amigos sabían lo valiente que era Marta, y le ofrecieron su apoyo para que enfrentara sus miedos en ese mismo momento.
Marta, junto con sus amigos, se dirigió a la casa más tenebrosa del pueblo, la que todos los niños evitaban en Halloween. Pero, en el camino, se encontraron con una señora mayor que les contó que un hechicero había creado una poción mágica que repelía a las arañas, y que estaba en lo profundo del bosque oscuro, en una cueva.
Marta no lo dudó, tomó la iniciativa de ir a buscar la poción para acabar con su miedo a las arañas. Junto con sus amigos, se adentró en el bosque oscuro. La noche estaba oscura, y las ramas de los árboles crujían bajo sus pies. Cuando llegaron a la cueva, encontraron la poción mágica, y sin pensarlo dos veces, Marta bebió el caldo.
De repente, comenzaron a suceder cosas sobrenaturales. El tejido decorativo de Halloween de las arañas cobró vida y comenzó a moverse de formas inesperadas, pero esta vez, las arañas se alejaron en lugar de acercarse.
Los amigos de Marta saltaron de alegría, emocionados de que su amiga finalmente superara su miedo a las arañas. Al final, ella sonrió y se sintió orgullosa de sí misma. Ahora, estaba lista para enfrentar cualquier desafío que se le presentara con valentía y confianza.
Desde ese día, Marta nunca más tuvo pesadillas de arañas gigantes, y disfrutó de cada momento de Halloween sin temores. Aprendió que cuando enfrentas tus miedos, puedes superarlos con éxito, y esta experiencia la haría más fuerte y audaz.
El pequeño pueblo de Villa Halloween no volvería a ser el mismo después de este Halloween, y la historia de cómo Marta superó su miedo a las arañas gigantes se convirtió en una leyenda, inspirando a otros niños en el pueblo a enfrentar sus miedos y encontrar su coraje interior.
