El viaje de Brisa y su caballo alado

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El viaje de Brisa y su caballo alado
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El viaje de Brisa y su caballo alado. Había una vez una niña llamada Brisa que siempre soñaba con volar. Pasaba horas mirando las aves en el cielo, deseando ser una de ellas. Pero un día, sucedió algo increíble: ¡un caballo alado aterrizó en su jardín! No podía creer lo que veía. El animal era hermoso, con un pelaje suave y unas alas gigantes que brillaban bajo el sol. Se acercó a Brisa y pareció decirle algo en su mente. Era una invitación a unirse a él en un viaje a través de los cielos.

Brisa estaba emocionada y un poco nerviosa, pero no podía dejar pasar la oportunidad de volar en un caballo alado. Decidió hacer las maletas y partir al siguiente día. El caballo alado se acercó a la ventana de su habitación y le hizo una señal para que lo siguiera. Era hora de comenzar su aventura.

Juntos, volaron sobre montañas y ríos, atravesaron nubes y tormentas, y Brisa se sintió más viva que nunca. Durante unos días, visitaron lugares increíbles que la niña nunca habría imaginado. Uno de los lugares que visitaron fue un reino dorado, donde el sol siempre brillaba y todo estaba cubierto de oro. Allí, Brisa conoció a unas personas amables y juntas montaron en elefantes, para explorar el reino. Todos se tomaron fotos y se divirtieron.

El siguiente lugar que visitaron fue un bosque mágico, lleno de árboles gigantes y animales mágicos. Allí, Brisa vio faunos, hadas, caballos unicornios y mucho más. El caballo alado la llevó hacia un río y juntos tuvieron un pícnic, observando el paisaje. Brisa nunca querría irse de ese lugar.

Pero entonces, el caballo alado le dijo que era hora de continuar el viaje. El siguiente destino era un lugar oscuro y aterrador, donde unas criaturas llamadas «sombras» vivían. Brisa estaba asustada, pero confiaba en su amigo caballo alado para protegerla. Cuando llegaron al lugar, Brisa se dio cuenta de que estos seres grises y malhumorados no eran tan terribles como ella pensaba. De hecho, eran amigables y curiosos. Ellos le enseñaron a Brisa como su sombra puede ser su mejor amiga, ya que siempre está a su lado. Al final del día Brisa, le agradeció al caballo alado por haberla traído allí.

Después de un par de días, el caballo alado y Brisa decidieron regresar a casa. El caballo alado la llevó de vuelta a su jardín, donde todo parecía igual, excepto que ahora Brisa tenía una nueva perspectiva de la vida. Había sentido la libertad de volar y la emoción de explorar el desconocido. Y sabía que no estaba sola, que siempre tendría las enseñanzas del caballo alado consigo.

Brisa sabía que su aventura había llegado a su fin, pero lo que ella no sabía era que el caballo alado regresaría regularmente, para seguir explorando juntos diferentes partes del universo. Brisa aprendió que siempre hay sorpresas y cosas nuevas por descubrir fuera de su zona de confort.

La moraleja del cuento es que no debemos tener miedo y siempre debemos estar abiertos a la exploración. Podemos encontrar amistades en los lugares más inesperados y podemos descubrir que algunas cosas que parecen aterradoras al final no lo son en absoluto. La vida está llena de aventuras, y estarás perdido si no sales a buscarlas.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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