La Aventura del Dragón de Cristal

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La Aventura del Dragón de Cristal
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La Aventura del Dragón de Cristal. Hace mucho tiempo, en un reino mágico y lejano, vivía un dragón llamado Zafiro. El dragón era de color azul cristalino y sus ojos eran de un color gris claro. Pero lo más destacado de Zafiro no eran sus colores sino su increíble habilidad para volar, era el dragón más rápido del reino.

Cada día, Zafiro salía a recorrer los cielos, surcando el aire a una velocidad increíble. Era la atracción principal para los habitantes del reino, que se asombraban ante su belleza y su habilidad. Los niños soñaban con ser como él algún día, mientras los mayores lo admiraban con respeto.

Pero un día, algo extraño empezó a suceder. Zafiro empezó a perder su velocidad y sus movimientos se volvieron torpes. Pronto se hizo evidente que algo estaba mal. Los habitantes del reino examinaron al dragón y notaron que tenía una herida en su ala derecha. Pero la herida no era una simple cortada, era una maldición. Una bruja malvada había conjurado un hechizo sobre el dragón para hacerle perder su habilidad de vuelo.

Los habitantes del reino se dieron cuenta de que tenían que hacer algo para ayudar a Zafiro. Hablaron con la bruja malvada, pero ella no quiso escuchar. Desesperados, acudieron a un mago, que les contó que la única forma de romper la maldición era encontrar una planta muy rara que crecía en la cima de una montaña muy lejana. Y no cualquier persona podía encontrarla, la persona que la buscara tendría que ser alguien puro de corazón y tener la voluntad suficiente para superar cualquier obstáculo.

Los habitantes del reino se pusieron a buscar a esa persona especial. Un joven llamado Alejandro se presentó voluntario para la tarea. Era un joven valiente y decidido, con un gran corazón. Alejandro partió hacia la montaña en su caballo, y tras días de viaje llegó a la base de la montaña, donde comenzó su trepidante ascenso.

El camino hacia la planta no fue fácil, Alejandro tuvo que sortear muchos obstáculos, incluyendo puentes rotos, ríos revueltos y precipicios mortales. Pero a pesar de todo, no perdió la fe y siguió adelante, decidido a cumplir su misión.

Finalmente, llegó a la cima de la montaña y encontró la planta que buscaba, una pequeña flor de color dorado. Con cuidado, la arrancó y la guardó en su bolsa. Sabía que tenía que bajar lo más rápido posible, ya que Zafiro estaba en peligro.

Pero cuando empezó a bajar, se dio cuenta de que uno de sus compañeros, un pequeño zorro llamado Tito, había seguido sus pasos en secreto. Tito había visto a Alejandro subir a la montaña y quería ayudarlo, así que decidió seguirlo en secreto, para protegerlo. Pero cuando intentó seguir a Alejandro en el descenso, perdió el equilibrio y se cayó por un barranco.

Alejandro se apresuró a ayudar al zorro, y pronto se dio cuenta de que estaba gravemente herido. Con mucho cuidado, lo tomó en sus brazos y empezó a bajar de la montaña, sabiendo que el tiempo se agotaba.

El camino de regreso fue más difícil que nunca, con el zorro gravemente herido y la planta dorada que parecía brillar como un sol en sus manos. Pero Alejandro no perdió el ánimo y siguió adelante.

Finalmente, llegó al reino donde Zafiro estaba en peligro. Los habitantes lo recibieron con alegría, aliviados de ver que había regresado con la planta dorada. Alejandro corrió a donde estaba Zafiro y le ofreció la flor. Zafiro la aceptó y, con un brillo en sus ojos, se la comió.

Inmediatamente, la maldición fue rota. Zafiro creció en el aire a una velocidad increíble y los habitantes del reino lo vieron recuperar su fuerza y su gracia en pleno vuelo. Era como si nunca hubiera estado maldito en primer lugar.

Finalmente, Zafiro aterrizó en medio del reino, donde los habitantes lo recibieron con vítores y alegría. Alejandro, que había quedado un poco atrás, fue aclamado también y todos lo vieron con respeto y agradecimiento por lo que había hecho por uno de sus más queridos habitantes.

Y así, gracias al coraje y la tenacidad de Alejandro, Zafiro volvió a ser el dragón más impresionante del reino, y todos aprendieron la importancia del coraje y la perseverancia para superar cualquier obstáculo.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La Aventura del Dragón de Cristal
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