La bruja y el arco iris de colores

Tiempo de lectura: 5 minutos

La bruja y el arco iris de colores
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La bruja y el arco iris de colores. Érase una vez una pequeña bruja llamada Lilith. Era una bruja diferente a las demás, ya que no le gustaba hacer maldades y en su corazón solo existía amor y bondad. Pero por desgracia, las demás brujas la discriminaban por su forma de ser y no la dejaban ser parte de su grupo.

Un día, mientras Lilith paseaba por el bosque, se topó con un arco iris de colores que brillaba con intensidad. Al acercarse, la bruja se dio cuenta de que algo extraño sucedía, ya que el arco iris no se dibujaba en el cielo, sino que flotaba en el aire. De pronto, un estallido de colores la envolvió y Lilith se sintió transportada a otro mundo.

Cuando abrió los ojos, se encontró en un lugar desconocido, rodeada de colores que nunca había visto antes. El arco iris estaba a su lado y parecía haber tomado vida propia, con una sonrisa en su rostro. La bruja Lilith se sorprendió al darse cuenta de que el arco iris podía hablar.

– Hola Lilith, soy el arco iris de colores. Soy el guardián de este mundo, un mundo lleno de colores y vida. He venido a ti porque eres una bruja diferente a las demás, y necesito de tu ayuda – dijo el arco iris con una voz suave.

Lilith se sobresaltó al escuchar que el arco iris necesitaba su ayuda, ya que no pensaba que ella, una bruja despreciada por las demás, pudiera ser útil en algo.

– ¿Cómo puedo ayudarte? – preguntó Lilith con curiosidad.

– Verás, Lilith, este mundo está en peligro. El color blanco, nuestro color principal, se está desvaneciendo y si no hacemos algo, este mundo desaparecerá para siempre. Necesito que me ayudes a encontrar los colores que han desaparecido y los restablezcas en sus lugares. Solo tú, gracias a tu corazón lleno de amor y bondad, puedes realizrar esta tarea – dijo el arco iris con una mirada triste.

Lilith no dudó un segundo en aceptar la tarea y puso manos a la obra. Durante días caminó en busca de los colores perdidos. Buscó en las montañas, en los ríos, en los bosques y en los campos, pero no lograba encontrar ningún rastro de los colores.

Un día, después de mucho caminar, la bruja Lilith decidió detenerse a descansar en un lago. Mientras contemplaba el agua cristalina, algo llamó su atención: una pequeña gota de color azul que flotaba en la superficie del lago. Sin pensarlo dos veces, Lilith se sumergió en el agua para atrapar la gota.

Mientras buceaba, se encontró con un pez de muchos colores que también buscaba a los colores perdidos.

– Hola, soy Lilith, la bruja del amor y la bondad. He venido a este mundo para buscar los colores que han desaparecido y restablecerlos en su lugar. ¿Podrías ayudarme? – dijo Lilith acercándose al pez.

– Hola, me llamo Nemo y soy el encargado de cuidar los colores en el agua. He perdido a mi amigo Arco, el pez arco iris, y con él se han ido muchos colores también. Si me ayudaras a encontrarlo, juntos podremos restablecer la vida y color en estas aguas – dijo el pez Nemo.

Lilith aceptó ayudar al pez y juntos exploraron los mares en busca del pez arco iris. Después de muchos días de búsqueda, encontraron a Arco atrapado en una red de pescador. Lo liberaron y juntos restauraron los colores en el mar.

Lilith continuó su búsqueda en busca de los demás colores perdidos. Se topó con un campo gris, un bosque oscuro y un cielo nublado. Con la ayuda de sus nuevos amigos, logró restaurar la vida y el color en cada uno de ellos.

Finalmente, después de muchas aventuras y desafíos, Lilith regresó con el arco iris de colores para entregarle un florido ramillete de colores restaurados.

– ¡Hiciste un trabajo maravilloso, Lilith! Gracias a ti, este mundo podrá mantenerse lleno de vida y color. Tú, mi amiga, nunca olvides que siempre serás especial, porque eres una bruja que ama el amor y la bondad – dijo el arco iris con una sonrisa.

Lilith se sentía feliz al saber que había ayudado a restaurar la vida y el color al mundo. Miró al arco iris con afecto y agradecimiento y, con un gesto de amistad, se dirigió de regreso a casa.

Desde aquel día, Lilith nunca volvió a sentirse sola. Había encontrado amigos leales en los seres del mundo de los colores y, a pesar de su naturaleza diferente, se sentía en armonía con todo lo que la rodeaba. El arco iris de colores, la flor de la amistad, la llave jardinera y el corazón de oro, se convirtieron en sus amuletos más valiosos, aquellos que la guiaban a través de la vida con amor y bondad. Y Lilith, vivió feliz para siempre, rodeada de colores y amor. Fin.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
La bruja y el arco iris de colores
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