La bruja y el bosque encantado. Érase una vez en un bosque encantado, habitaba una bruja solitaria. La bruja vivía en una pequeña casa en el centro del bosque y pasaba sus días practicando la magia y haciendo pociones en su caldero. A pesar de que su trabajo era a menudo malinterpretado por los demás, la bruja era bondadosa de corazón y realizaba hechizos para ayudar a los necesitados.
Aunque la bruja era muy feliz viviendo sola en el bosque, a veces sentía que le faltaba algo en su vida. Un día, mientras recolectaba hierbas en el bosque, escuchó un pequeño llanto. Tras seguir el sonido, encontró a una bebé abandonada en el suelo. La bruja sabía que era peligroso dejar a un bebé solo en el bosque, así que decidió llevarla a su casa y cuidar de ella como si fuera su propia hija.
Con el paso del tiempo, la niña creció junto a la bruja y comenzó a llamarla «mamá». La niña adoraba a la bruja y ambas compartían una fuerte conexión. A medida que la niña crecía, la bruja se dio cuenta de que tenía un don especial; era capaz de hablar con los animales del bosque.
Así fue como la bruja y la niña pasaron muchos años felices en su pequeña casa en el bosque. Pero un día, todo cambió. Un ejército de caballeros apareció en el bosque, liderado por un rey malvado. El rey estaba buscando a la heredera legítima del trono, que había sido escondida en algún lugar del bosque encantado por el antiguo rey.
La bruja sabía que la niña era la heredera y que su vida estaría en peligro si la encontraban. Así que decidió ocultar a la niña en el bosque mientras ella se enfrentaba al ejército de caballeros. La bruja estaba decidida a proteger a su hija a cualquier costo.
Cuando el ejército llegó a la pequeña casa, la bruja los recibió con una sonrisa en el rostro y les ofreció su ayuda. Pero los caballeros, completamente convencidos de que la bruja estaba escondiendo a la heredera, no creyeron su historia y comenzaron a registrar la casa.
Mientras los caballeros revolvían las cosas en la casa, la bruja se dio cuenta de que su caldero había sido derribado y se encontraba al descubierto. Si los caballeros encontraban las pociones, sabrían que era una bruja y podrían dañar a la niña. La bruja sabía lo que tenía que hacer: distraer a los caballeros mientras la niña escapaba.
La bruja hizo aparecer una gran explosión en el caldero, lo que causó gran impresión en los caballeros. Inmediatamente, la bruja aprovechó la confusión para salir corriendo de la casa con la niña en brazos. Mientras corrían por el bosque, la bruja hizo aparecer un gran hechizo que creó una nube de humo para cubrir su huída.
Después de correr por el bosque durante horas, la bruja y la niña encontraron una pequeña cueva donde esconderse. La bruja sabía que necesitaban un plan para escapar del bosque y encontrar seguridad lejos del rey malvado. Y así, comenzó a preparar una poción para hacerse invisibles. La bruja sabía que si se presentaba sola ante el rey para tratar de negociar la paz, sería capturada fácilmente. Pero si se hacían invisibles, podrían deslizarse entre los soldados y llegar al castillo después de la noche.
La bruja trabajó sin descanso toda la noche, creando la poción. Finalmente, cuando todo estuvo listo, se la dio a la niña y juntas bebieron la poción. Inmediatamente, se volvieron invisibles y comenzaron a caminar hacia el castillo del rey malvado.
Caminaron durante horas, hasta que finalmente llegaron a las puertas del castillo. Mientras se deslizaban entre los guardias, la bruja escuchaba sus pensamientos, buscando la mejor manera de encontrar a la verdadera heredera del trono y exponer al rey malvado.
Finalmente, encontraron a la princesa, y juntas fueron ante el rey. La bruja usó sus habilidades de telepatía para buscar en los pensamientos del rey y descubrió que había destronado al verdadero rey y que no le importaba el bienestar de su pueblo.
Juntas, la bruja, la heredera y la niña trabajaron para exponer al malvado rey y devolver el trono al legítimo heredero. Con el bosque en paz una vez más, la bruja y su hija regresaron a su pequeña casa en el bosque, esta vez con una nueva adición a su familia. La niña ahora también era una bruja y juntas disfrutaban de sus días en el bosque encantado, pero esta vez con la ayuda de la verdadera princesa.
