La bruja y el cometa de los deseos. Érase una vez en un pequeño pueblo, una bruja solitaria que vivía en una cabaña en el bosque. A pesar de los rumores y los temores que los aldeanos tenían de ella, la bruja solo buscaba la paz y la tranquilidad.
Un día, mientras caminaba en el bosque, la bruja encontró un libro que parecía tener un hechizo muy poderoso para conjurar un cometa de los deseos. Según la leyenda, este cometa tenía la capacidad de conceder cualquier deseo que uno quisiera. La bruja decidió experimentar con el hechizo y tratar de invocar el cometa.
Después de la invocación, la bruja esperó pacientemente. De repente, en el cielo nocturno, un cometa brillante y hermoso apareció, moviéndose lentamente hacia ella en el bosque. Con gran emoción, la bruja corrió hacia el cometa y lo atrapó con sus manos.
Sin pensarlo dos veces, la bruja decidió pedir su mayor deseo: la compañía. Ella había vivido sola por tanto tiempo que necesitaba a alguien para compartir su vida. El cometa desapareció en un destello de luz dorada y la bruja regresó a su cabaña para dormir.
A la mañana siguiente, la bruja se despertó y salió a ver el paisaje que la rodeaba. Al mirar en la distancia, vio una figura que se acercaba velozmente hacia ella. Al principio, la bruja se asustó, pero luego se dio cuenta de que era una joven que necesitaba su ayuda.
La bruja ayudó a la joven a encontrar un lugar seguro para vivir y le enseñó todo lo que sabía sobre la naturaleza y la magia. La joven, agradecida por la ayuda de la bruja, decidió quedarse a vivir con ella para siempre.
Con el tiempo, la bruja se dio cuenta de que había encontrado a la compañía que había deseado en la forma menos esperada. Se alegró enormemente de no tener que vivir sola de nuevo y de compartir sus conocimientos y habilidades con alguien más.
Un día, la joven encontró el libro que la bruja había usado para invocar el cometa y decidió probar su propia suerte. Con su mayor deseo en mente, invocó al cometa de los deseos.
El cometa apareció con su brillante luz dorada, moviéndose lentamente hacia la joven. Cuando lo capturó, decidió pedir una gran riqueza para ella y la bruja. Y de nuevo, el cometa desapareció en un destello de luz dorada.
La bruja y la joven no podían creer lo que había sucedido. Al mirar a su alrededor, notaron el cambio en su pequeña cabaña en el bosque. Ahora estaba llena de riquezas, con una gran cantidad de oro y joyas adquiridas.
A pesar de la riqueza, la bruja y la joven no se vieron tentadas por ella, solo agradecidas por poder vivir juntas y tener la oportunidad de ayudar a las personas que las rodeaban.
Tuvieron la oportunidad de ayudar a los aldeanos que alguna vez los temían, y poco a poco comenzaron a aceptarlas como uno más de ellos. Su fama se extendió como el fuego, y llegaron personas desde todas partes del mundo para pedir su ayuda con hechizos y encantamientos.
Con cada día que pasaba, la bruja y la joven se volvían más y más sabias. Llegó un momento en que la joven decidió partir para ver el mundo por su cuenta, y la bruja se despidió con un gran abrazo.
La bruja volvió a su vida en solitario en el bosque, pero ya no se sentía sola. Sabía que había encontrado un verdadero tesoro, la compañía de la joven y la experiencia de compartir su conocimiento con los demás.
A partir de entonces, en noches claras, la bruja subía a la cima de las colinas para observar y admirar el cielo nocturno. A menudo, deseaba capturar al cometa de los deseos, pero sabía que ya había recibido el regalo más valioso: la amistad y el amor de alguien que la había ayudado a encontrar el verdadero significado de su vida.
