La bruja y el jardín de los milagros. Érase una vez una bruja llamada Morgana, que vivía en una pequeña casa al final del bosque. A pesar de ser temida por los habitantes cercanos, Morgana no era mala, simplemente había nacido con un don especial, el don de la magia.
Un día, mientras Morgana se encontraba en su jardín, notó que las flores que tanto amaba no estaban creciendo como de costumbre. El suelo estaba seco y las hojas de las plantas estaban amarillas. La bruja comenzó a preocuparse, ya que su jardín era su tesoro más valioso. Fue entonces cuando recordó una leyenda sobre el “Jardín de los Milagros”.
La leyenda hablaba de un jardín secreto que se encontraba al final del bosque, donde las plantas crecían sin límites y las flores eran siempre de un tono brillante y hermoso. Según la historia, solo los más valientes y buenos de corazón podían encontrar el camino hacia él.
Intrigada por la leyenda, Morgana decidió emprender un viaje hacia lo desconocido para encontrar el Jardín de los Milagros en busca de una solución para su propio jardín. Tomó su sombrero, su varita y una pequeña mochila con algunas provisiones y se adentró en el bosque. El camino era bastante difícil, pero la bruja tenía mucha determinación y no se rindió.
Después de caminar por un largo tiempo, comenzó a ver la salida del bosque y por fin pudo ver una puerta dorada que parecía llevar directamente al Jardín de los Milagros. Morgana comenzó a correr hacia ella y de repente, la puerta se abrió sola con un fuerte crujido. La bruja se sorprendió pero decidió seguir adelante.
Cuando llegó al jardín, lo que vio la dejó sin palabras. Había rosas que parecían no tener fin, lirios que parecían estar bailando al viento, y árboles frutales llenos de deliciosas manzanas y peras. Morgana estaba maravillada. Nunca había visto un jardín tan hermoso. Pero mientras admiraba su belleza, notó algo extraño, no había mariposas ni abejas volando en los alrededores, parecía que todo estaba muerto.
De repente, una voz se escuchó detrás de ella. Era la voz de una anciana que le dijo: «Bienvenida, querida Morgana, sé porqué estás aquí». Morgana giró para enfrentarse a la anciana, que era la guardiana del Jardín de los Milagros.
La anciana le explicó a Morgana que este jardín había sido creado por una bruja que había querido hacer el bien para todo el mundo. Los hechizos y el amor que ella había puesto en el jardín habían hecho que creciera hasta lo que era hoy en día.
Morgana explicó los problemas que estaba teniendo con su propio jardín, y la anciana la miró con un brillo especial en los ojos. «Morgana, el Jardín de los Milagros es mágico, pero su magia solo funciona en el interior del jardín mismo. Si deseas ayudar a tu jardín, tendrás que traer un poco de su magia aquí y trabajar en ello desde adentro».
La Bruja se sorprendió al escuchar esto y la anciana le entregó una semilla especial que contenía la magia del jardín de los milagros. Morgana prometió cuidar la semilla y trabajar duro por su jardín en casa.
Cuando Morgana regresó a su hogar, tomó la semilla y la enterró en la tierra de su jardín. Con su varita, añadió una pizca de hechizo para ayudar a la semilla a crecer y a repartir la magia del jardín de los milagros por cada rincón. Al día siguiente, la bruja se despertó para encontrar que su jardín había cambiado por completo. Las flores eran más grandes y más hermosas, la hierba era más verde y crecía más alta, y los árboles tenían más frutas. Todo estaba lleno de vida y alegría.
Morgana trabajó en el jardín sin descanso, utilizando la magia de la semilla del Jardín de los Milagros para crear la más grande y hermosa versión del jardín que jamás había existido.
Con el tiempo, los habitantes cercanos comenzaron a visitar su jardín y se sorprendían al ver sus flores y árboles, y la belleza de su jardín comenzó a extenderse por todo el país. Poco a poco, las personas empezaron a ver a Morgana de una manera distinta: ya no era una bruja malvada, ahora era la bruja que había hecho crecer el jardín más hermoso de todo el bosque.
Morgana se convirtió en una leyenda en sí misma, al igual que el Jardín de los Milagros. La leyenda decía que la bruja había encontrado el camino hacia el jardín sagrado y había llevado su magia al resto del mundo. La historia se contó por décadas y se convirtió en un mito popular, con muchos habitantes populares del bosque mirando hacia la mágica semilla del Jardín de los Milagros para aumentar la belleza de sus propios jardines.
Y aunque Morgana se había convertido en la más famosa y respetada de las brujas, nunca dejó de sentir la emoción de la aventura y las ganas de explorar nuevos caminos. Sabía que los verdaderos milagros siempre están al alcance de la mano de aquellos con suficiente valor y sabiduría para buscarlos.
La historia de la Bruja y el Jardín de los Milagros vivió por mucho tiempo después de su muerte, y el jardín que ella había creado se mantuvo floreciente durante siglos. Aquellos que visitaron el jardín siempre le dieron las gracias a la bruja Morgana, y juraron mantener la historia del Jardín de los Milagros vivas en su corazón para siempre.
